¡UNETE YA!

15 abr 2010

WENAWESER: “EL ESTATUTO DE ROMA NO ES RETROACTIVO”

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El Salvador analiza adherirse al Estatuto de Roma, tratado internacional que abre la puerta a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI), encargada de investigar y juzgar crímenes de guerra y de lesa humanidad. Pero la Corte no puede investigar esos crímenes ocurridos durante el pasado conflicto civil.

Enlace para decargar el documento oficial del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional

Por Magdalena Flores para ContraPunto

Christian Wenaweser, oriundo de Liechtenstein, un principado europeo de apenas 35,000 habitantes y 160 kilómetros cuadrados, es el presidente de la Asamblea de Estados Parte del Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI), y ha venido al país a explicar los pormenores del Estatuto de Roma, el tratado marco que dio vida en julio de 1998 a la CPI.

Esa Corte, con sede en La Haya, Holanda, fue creada para juzgar crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidios en partes del mundo donde por variados intereses la justicia local no llega. Ha investigado, desde que entró en vigor en julio del 2002, los genocidios ocurridos en Uganda, Congo, en la República Centroafricana, Kenia y Darfur, entre otros.

Una de las principales dudas respecto a los alcances de la Corte que Wenaweser ha explicado en sus reuniones con funcionarios de gobierno es que el Estatuto de Roma, y consecuentemente la jurisdicción de la Corte, no son aplicables retroactivamente, por lo tanto ningún crimen de lesa humanidad ocurrido durante la guerra civil salvadoreña puede ser juzgado por esta entidad.

Lo cual viene a ser como un respiro de alivio para un puñado de militares involucrados en crímenes de guerra durante el conflicto civil salvadoreño (1980-1992).

Por el temor a que el Estatuto fuera retroactivo –que incluyera esos hechos de la guerra civil— los gobiernos anteriores de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) rehuían adherirse al Estatuto de Roma.

“La ley es muy clara: no hay efectos retroactivos”, dice enfáticamente Wenaweser.

Actualmente el nuevo gobierno a manos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), llegado al poder en marzo del 2009, está estudiando la posibilidad de adherirse.

El gobierno, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, ha realizado dos seminarios para estudiar la posibilidad de adhesión al Estatuto. De acuerdo a declaraciones del Canciller, Hugo Martínez, a partir de los resultados del seminario realizado el martes 13 de abril, presentarán una propuesta al presidente Mauricio Funes, y será él quien tome una posición al respecto. La ratificación estaría a manos de las Asamblea Legislativa.

Wenaweser habló con ContraPunto sobre esos temas.

¿Qué lo trae por el país?

Tengo una invitación del Gobierno, de Cancillería, para hablar de la CPI (Corte Penal Internacional), en particular de la posibilidad de la ratificación del Estatuto de Roma.

¿Cuál es la impresión que ha tenido de El Salvador en un primer momento?

Aquí hay un debate interno sobre la posibilidad de la ratificación del Estatuto de Roma, me parece que hay un interés grande. Tuvimos ayer en la mañana (martes 13) un seminario con una participación muy fuerte. Lo que me llamó la atención es que hubo muchas preguntas interesantes. Me parece que hay un debate muy intenso en este país.

¿Entorno a qué giro el debate o la mayor duda?

Sobre el asunto de la retroactividad.

¿Por qué cree que los Estados le temen a este punto, si ya ustedes han aclarado que no es retroactivo?

La ley es muy clara, no hay efectos retroactivos. Entiendo que aquí y en otros países como Chile, que ha ratificado (el Estatuto), o en Guatemala, que todavía no, este es un debate también político, no sólo legal; pero lo que es importante es que en la ratificación del Estatuto no tendría ningún efecto jurídico sobre crímenes del pasado.

En el caso de El Salvador, si este no es retroactivo, ¿qué beneficios podría obtener al adherirse?

Bueno, da una protección para el futuro, para que no se cometan este tipo de crímenes. Entonces protege a la población, fortalece la ley en su país y también es una contribución a la lucha contra la impunidad a nivel internacional.

Pero las más graves violaciones a los derechos humanos en El Salvador ocurrieron durante la guerra, ¿no existe ninguna posibilidad o alternativa en el Estatuto por el cual alguno de estos casos pueda ser juzgado ante la CPI?

No, no existe en el marco de la Corte. Yo entiendo que hay una Ley de Amnistía en este país, y si van a derogar esa ley o cambiar la ley, es otra cosa, pero no tiene que ver con el Estatuto de Roma.

Pero si la gente lo que más desea es saber, por ejemplo, quién mató a Monseñor Romero, a los jesuitas, entre otros hechos de lesa humanidad, entonces al adherirse El Salvador, ¿no cambia nada respecto a esos casos?

No, nada, porque no tiene nada que ver con crímenes del pasado

Si el Estado se adhiere ¿a partir de cuándo puede tener competencia la Corte, y qué tipos de hechos pueden juzgarse?

Dos meses después de la ratificación por la Asamblea de El Salvador. Sesenta días después tenemos la entrada en vigor del Estatuto y la Corte. Entonces tendría competencia sobre tres crímenes: genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

¿De dónde surge la idea de crear este Estatuto de Roma para que entrara en vigencia la Corte Penal Internacional (CPI)?

La idea de la Corte era que en principio todos tenemos la obligación de investigar crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidio; pero en realidad eso no ocurre por falta de capacidad, por falta de voluntad política. La idea de la Corte era y es que en casos donde las autoridades nacionales no actúan hay un mecanismo adicional, complementario, para asegurar que no haya impunidad.

Pero si el Estatuto busca prevenir o terminar con tanta impunidad, ¿por qué se dejaron de lado los hechos del pasado, y solo tomó en cuenta hechos que ocurren después de la adhesión?

Ese es un asunto que discutimos en Roma, en el marco de la conferencia diplomática, y se vio completamente imposible encontrar un consenso en la jurisdicción de la Corte sobre crímenes del pasado, porque hay tantos crímenes en el pasado. Debíamos decidir a partir de cuándo empezamos a juzgar, en los años 50’s, o en el siglo tal. Eso es imposible y también desde el punto de vista jurídico es muy problemático. Entonces si no hay una ley, no hay una penalización de un crimen, esa era la única posibilidad –juzgar los hechos a partir de la adhesión.

La decisión fue ver más al futuro que al pasado.

Sí, sí.

¿Cuándo entró en vigor este Estatuto, y cuántos países se han adherido hasta el momento?

Entró en vigor en julio de 2002. En estos momentos tenemos adherido 111 Estados parte.

Me llama la atención que las grandes potencias no están adheridas al Estatuto, principalmente Estados Unidos, que se autodenomina como uno de los países más democráticos. ¿Cómo valoran ustedes que grandes potencias como Estados Unidos, China, no se hayan adherido al Estatuto? Incluso Estados Unidos ha promulgado leyes para impedir que la Corte pueda actuar respecto a ellos

El Estatuto de Roma era un poco una iniciativa de países pequeños....bueno, no pequeños, pero no de tipo superior tampoco, países como Canadá y muchos países africanos.

Es claro que la protección de la ley es más importante para nosotros los (países) pequeños, hay un interés más natural.

Pero al mismo tiempo es importante enfatizar que la posición de los Estados Unidos en particular ha cambiado mucho. Ha cambiado durante el segundo período de la administración Bush, y otra vez ahora con el cambio de gobierno en los Estados Unidos. En estos momentos tenemos una participación activa de los Estados Unidos, y no tenemos el tipo de oposición del pasado, de los años 2002, 2003, 2004, del primer período de la administración Bush.

Pero en estos momentos tampoco les han manifestado querer adherirse al Estatuto

No. En el futuro sí, pero para eso hace falta mucho tiempo

Me decía que Canadá y países de África fueron los que tuvieron la iniciativa de crear el Estatuto.

No, ese era un ejemplo. En el marco de la conferencia diplomática en Roma la iniciativa no vino de Francia o del Reino Unido en Europa, vino de países más pequeños, de países no miembros permanentes del Consejo de Seguridad –de las Naciones Unidas—.

¿Por qué cree que las grandes potencias no les dan prioridad a este tipo de tratados?

Se van adherir en el futuro. No es que no... (esas naciones) tienen unas dudas y están en un proceso de análisis.

Dentro de los crímenes que ha juzgado la corte, ¿cuáles son los que más destacaría?

Hasta el momento tenemos investigaciones en cinco situaciones en África, Uganda, Congo, en la República Centroafricana, Kenia y Darfur. Hay un enfoque de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

Pero sobre esos casos no han llegado a una resolución, ¿verdad?

No, no. Todavía no tenemos una finalización de un proceso.

Ustedes desde los Estatutos de Roma, ¿cómo ven la situación de los países donde existen leyes de amnistía, como El Salvador?

Siempre es una solución, me parece muy difícil; pero hay muchas sociedades que han tomado ese tipo de decisión para poder ver al futuro.

¿Considera que es bueno que existan leyes de amnistía? Le pregunto esto por todos los hechos que ocurrieron en el pasado en el país, pues la gente quiere saber quiénes fueron los culpables de tantos asesinatos, como el de Monseñor Romero, los jesuitas…

Yo entiendo muy bien la inquietud y siempre me parece problemático tener una situación de impunidad; pero al mismo tiempo es una decisión de un país, de una sociedad... es casi un comentario personal, pero no tiene nada que ver con mi capacidad como presidente de la Asamblea, porque solo puedo hablarle del Estatuto de Roma, lo que es importante, que no hay retroactividad. Entonces no tiene nada que ver con el pasado aquí y con todos los problemas que todavía existen.

Aparte de la retroactividad, ¿qué otros aspectos está analizando El Salvador (en torno al Estatuto)?

Hace falta un análisis jurídico del texto del Estatuto de Roma y de la compatibilidad con la Constitución, con la legislación en vigor. Yo no soy un experto de la legislación en El Salvador, pero los temas o los problemas que se discuten aquí son temas que han sido discutidos en otros países, no es una cosa única. En la gran mayoría de los casos los países han decidido que no hace falta una modificación de la constitución de su país.

¿Cómo valora que hasta ahora que ha llegado un gobierno de izquierda, este considerando adherirse?, los gobiernos anteriores se mostraban bastantes reacios.

Nosotros queremos una adhesión de todos al Estatuto de Roma, para nosotros el interés de un gobierno en adherirse al Estatuto de Roma es siempre bienvenido.

¿Usted ha observado mayor apertura de este gobierno que cuándo estuvo Arena en el poder?

Yo no, es mi primera visita en este país y antes no tenía mucho contacto con las autoridades.

¿Pero por conocimientos previos?

Sí, el interés es más grande ahora.

14 abr 2010

“EL CASO ROMERO SE PUEDE JUZGAR EN EL SALVADOR” - ALMUDENA BERNABÉU, ABOGADA PERSEGUIDORA DE VIOLADORES DE DERECHOS HUMANOS

Esta abogada española está convencida de que no solo es necesario buscar a los culpables del asesinato del arzobispo, sino que, a pesar de las leyes internas, se puede abrir un juicio y castigarlos. Y sobre el prurito político de que se genere un caos, admite que hay que buscar el momento propicio, pero que no se puede usar como excusa: "Con lo de la reapertura de heridas, yo me parto de la risa: no hay un cliente mío que tenga la herida cerrada".

Por Carlos Martínez y José Luis Sanz para El Faro

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Almudena Bernabeu. Foto Mauro Arias

El trabajo de la abogada española Almudena Bernabéu se parece al de los cazanazis profesionales: ella persigue a ex dictadores en desuso, a genocidas venidos a menos, a violadores de derechos humanos, a torturadores escondidos y los sienta en el banquillo de los acusados. La institución para la que trabaja, el CJA (Center for Justice and Accountability), ha abierto casos en casi toda América y han sido los únicos en conseguir una condena por el homicidio de monseñor Romero. Justo en este momento el CJA tiene un caso abierto en España contra 14 militares salvadoreños y el ex presidente Alfredo Cristiani, por la muerte de los sacerdotes jesuitas.

El asesinato del arzobispo Romero sigue siendo un asunto esencialmente político en El Salvador. ¿Ve terreno fértil para que se haga justicia?
No creo que sea un terreno yermo del todo, pero no se dan todavía todas las circunstancias necesarias para que se pueda buscar justicia de una manera ordenada, para que la Fiscalía pueda investigar y se resuelvan crímenes del pasado. Sí creo que en todos los países hay un principio para esos procesos, y que en estos momentos hay algunas de las condiciones políticas necesarias para que se abra ese proceso, siempre que no se caiga sólo en el folclor... No quiero aminorar el valor del perdón... Mauricio Funes es un hombre apasionado y reconocer la culpa es importante en los procesos de justicia, pero en un país con tanto daño, y con tanto daño hecho desde el Estado, no va a ser suficiente.

¿Se refiere a que no basta con lo que ha hecho el Ejecutivo?
A que no bastan medidas de tipo reparatorio como un perdón colectivo, o un reconocimiento global de responsabilidad estatal, en abstracto. Son acciones importantes, muy simbólicas, son el inicio de procesos más o menos de reconciliación, pero son insuficientes. La gente va a necesitar medidas concretas de reforma de la Fiscalía y la judicatura, que se inicien investigaciones, que se determine la responsabilidad individual de personas en casos emblemáticos, como el caso de monseñor. En Guatemala, por ejemplo, ahora mismo hay una especie de consenso sobre los procesos contra Ríos Montt y la cúpula militar de los años más duros de la guerra. Hay una reforma seria en la Fiscalía General de Guatemala y una especie de pacto para realizar una transición en silencio: se van a investigar y juzgar 10 casos emblemáticos, y se va a buscar a los responsables. Esto reúne al Ejecutivo, la Asamblea, los políticos, lo judicial... 10 casos equivalentes al de monseñor Romero para pasar la página, casos de masacres, casos que ellos piensan que van a simbolizar un resarcimiento para todas las víctimas.

Uno de los logros del CJA en los casos de violaciones de derechos humanos juzgados en Estados Unidos fue asentar jurídicamente que en El Salvador el conteo para la prescripción de casos debía empezar en el 92, porque antes no había condiciones políticas, etcétera, para un juicio. ¿En El Salvador, después del 92, sí hay condiciones institucionales para que haya justicia?
No inmediatamente. Yo no estoy en contra per se de las leyes de amnistía… Las leyes de amnistía sirven a un propósito. La de El Salvador fue una afrenta política, porque el informe de la Comisión de la Verdad es uno de los poquitos informes de este tipo que nombra y señala a jefes policiales por los crímenes, y eso generó cierto pánico, un “madre mía, nos van a cazar”, y entonces aparece esa Ley de Amnistía como una bofetada, diciendo “no te preocupes porque hay cómo podemos garantizarnos las cuotas de poder y las prerrogativas que teníamos”. Pero aun así pienso que sirve a un propósito: que los primeros 10 años haya una idea general de que no habrá vendettas ni se va a utilizar las instituciones en contra del otro. Pero tú puedes establecer un plazo en que las dos fuerzas políticas que firman los acuerdos generan confianza, sosiego y después… ¡cancelas esa amnistía!, cuando tienes las instituciones fuertes y cuando empieza el movimiento de derechos humanos y de reivindicación de las víctimas.

¿Resarcir a las víctimas tiene necesariamente que pasar por procesos judiciales?
Yo creo en los procesos formales y judiciales, pero no son la única manera de resarcir o de reparar. Para nada. Lo que pasa es que la experiencia comparada, incluso en otros países en la región, te cuenta que casi siempre un proceso con una autoridad investida, con la presencia de un juez o un fiscal, o con la presencia de un grupo de ciudadanos investidos con determinada autoridad... ese formalismo sosiega a la gente. Es decir, la neutralidad... Se puede hacer un baile dedicado a las víctimas, o un muro dedicado a las víctimas, pero yo he visto el efecto que produce el hecho de que sea un juez al que no conoce nadie y que no tiene por qué involucrarse en tu historia personal, el que la legitime, asentando que estás diciendo la verdad, que efectivamente te torturaron y que tu tortura fue espantosa y que constituye un crimen. No creo que judicializar sea la única manera, pero tiene un efecto demoledor, en sentido positivo, que pocas otras experiencias pueden procurar.

Un proceso judicial supone enfrentamiento de versiones, y esa idea de enfrentamiento, que hay quien identifica como división, es justo lo que muchos piden evitar.
Si la justicia formal es eficaz es porque los seres humanos tenemos tendencia a ocultar, a que nos tengan que forzar a decir ciertas verdades de determinada manera. Las sociedades en las que vivimos tienen 450 mil mecanismos para forzar la verdad o para sacarla, o para que, incluso, cuando esta se niega, quede establecida de maneras indirectas o inductivas. Es por eso que creo que la justicia formal es tan eficiente. ¿Qué te enfada más cuando eres padre? Que tus hijos te digan que no han hecho algo cuando tú sabes que lo han hecho. Hay una tranquilidad y un sosiego cuando te dicen “lo he hecho yo”. Lo que se ha roto quizá no se puede reponer nunca, pero no te quedas con la frustración.

Por años, en El Salvador, sucesivos presidentes nos han repetido: “Eso sirve para enemistar y para revivir odios del pasado, para romper sociedades y para reabrir heridas”.
Eso es absolutamente falso. Con lo de la reapertura de las heridas yo me parto de risa: primero, ¿las heridas de quién? Y después, decir que se reabren heridas es presuponer que en algún momento se cerraron, y no hay cliente mío que tenga la herida cerrada; lejos de eso, las heridas le supuran, están sangrantes desde los 80s, las familias están destrozadas, el recuerdo de los hijos que faltan no los deja reconstruir sus vidas... ¡Mentira, las heridas no se han cerrado! ¡Que me cuenten los políticos esquivos, que eluden su responsabilidad, qué heridas son esas! Claro, si me están hablando de las heridas del ejército esa es otra cosa: el proceso de adaptación a perder el poder, a que te abandone la oligarquía… Ahí sí hay heridas importantes, pero son de otro tipo. Yo creo que los gobernantes tienen miedo. Argentina ha superado ese momento: ese temor al caos. Lo que ha habido es sobreacumulación de procesos en los tribunales, y por saturación no se ha podido atender las necesidades de las víctimas. No existe la fórmula perfecta. Pero yo creo que allí la ciudadanía está feliz por ese acto de verdadera voluntad de echarles una mano. No me están negando el acceso a ese juzgado solo porque hay una ley de amnistía que va a proteger a los hijos de puta que mataron a mis hijos.

Está diciendo que la negación es más violenta.
Exactamente, la negación es más violenta que la disfuncionalidad.

Derogar la Ley de Amnistía, ¿no sería como traicionar el acto de “buena fe” a partir del cual aquellos que firmaron la paz se sentaron a negociar sobre la base de que no acabarían presos? ¿No sería violar un contrato de origen, traicionar una confianza básica?
Ya no. El problema es que no puedes ir contra la ciudadanía por haber querido ir en favor de la ciudadanía. Si las amnistías están de verdad destinadas a facilitar el proceso, a garantizarlo, a tenerlo entre algodones, como a un bebé con problemas, a ver si perdura o no perdura, si sale con éxito adelante…. mantenerlas más de un determinado tiempo, en contra de lo que la ciudadanía -que legitima ese pacto inicialmente- quiere, va a tener el efecto perverso: se va a convertir en garante de la impunidad, en fuente de un “vale todo”.

¿Tiene alguna prueba de que la ciudadanía no quiere esa Ley de Amnistía?
Las reclamaciones. En El Salvador, como en España, hay una ciudadanía adormecida y apática, pero también hay una sociedad civil que pide incansablemente la derogación. Lo que pasa es que hay quien está mal informado, porque el discurso siempre ha sido contrario, ha gobernado por 20 años una fuerza política con intereses muy claros en que esa amnistía no se derogue. Yo sé que también dentro del FMLN hay muchos que no quieren que se derogue la amnistía porque podrían saltar chispas, pero te aseguro que Arena tiene mucho más que perder. ¡Muchísimo más! Y 20 años de ese discurso te convencen. Además, hay muchos sectores del país para los que su prioridad es comer y trabajar…

¿Sientes que a El Salvador todavía le queda un poco ajeno el tema de la justicia universal, las herramientas internacionales que hay...?
Sí y no. Los tecnicismos son ajenos para mucha gente, como en cualquier país... pero no sé por qué aquí hay más sofisticación respecto a la existencia de mecanismos, de un sistema internacional al que las víctimas pueden acceder cuando se les niega justicia. Irónicamente en estos países están más y mejor acostumbrados que incluso en los países del llamado primer mundo.

Si no le entiendo mal, no es la Ley de Amnistía la que impide que se juzgue el caso Romero, sino la prescripción del delito, que venció el 24 de marzo de 1990 según las leyes salvadoreñas. Y todos los mecanismos formales sobre la imprescriptibilidad de crímenes de lesa humanidad El Salvador los ha firmado a partir de 1998, y no son retroactivos. De forma que, según los expertos en El Salvador, el caso del arzobispo ya no se puede juzgar aquí.
Pues estos expertos no saben nada de derecho internacional. En El Salvador se puede juzgar el caso Romero. Absolutamente. El problema de los expertos salvadoreños es que deberían dejar de leer solo las leyes salvadoreñas y empezar a leer sentencias y leyes internacionales. Las normas de "ius cogens", derecho de gentes, entre ellas la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad, no se pueden supeditar a que uno haya o no suscrito convenios, que por cierto están suscritos por muy poquitos países. Los mecanismos de ius cogens son normas de tal rango y tan importantes que obligan a todos los países, independientemente de que se suscriban o no tratados, y solamente pueden ser modificados por otra norma del mismo rango. La existencia del crimen de lesa humanidad y su imprescriptibilidad nacional e internacional son normas de ius cogens, y por lo tanto vinculan al Estado salvadoreño a nivel interno, igual que a cualquier otro Estado.

Lo que dice es que si en El Salvador el asesinato de monseñor Romero se considera un crimen de lesa humanidad, siguiendo esa cadena hacia arriba...
Lo que no se puede es alegar la prescripción de un crimen de lesa humanidad o de una violación de derechos humanos de la envergadura del asesinato de monseñor por el transcurso del tiempo. No se puede negar su investigación o no se puede anular...Todos se vuelven muy soberanos cuando se trata del derecho internacional, pero en la comisión de la verdad en Ecuador estamos venciendo eso, en Argentina se ha vencido, en Chile se ha vencido, en Perú se ha vencido... Se llama internacionalizar el derecho. Tienes que subirte a un peldaño en el que la judicialización del caso es posible a partir del derecho internacional, no del derecho nacional. Y no violas ninguna ley nacional. Además, la Constitución salvadoreña permite la aplicación directa de los tratados internacionales. Es decir, que ni siquiera los supedita a que haya reformas internas.

El ex fiscal general de la República decía que para aplicar las leyes en El Salvador hay mecanismos y herramientas como el Código Procesal Penal y el Código Penal, y que no encontraba en ellos nada que le permitiera perseguir un homicidio que ocurrió en el 80 y que ya ha prescrito.
Su clave es considerarlo un homicidio político. Político para que esté cubierto por la amnistía, y homicidio para que tenga prescripción en 10 años. El tema es quién va a ser lo suficientemente valiente para decir: “Señores, nuestro Código Penal es insuficiente y tenemos que aplicar los parámetros del Estatuto de Roma, como han hecho otros países”. Existe un problema de tipificación interna, que solucionamos por medio del derecho internacional, y un problema de establecimiento de la pena que, como han hecho los jueces argentinos y chilenos, lo solucionas por medio de los criterios de analogía jurídica: buscas un crimen dentro de tu Código Penal que sea equivalente en pena e impones esa pena. Yo no estoy pidiendo que impongan penas superiores en estos casos, lo que se está pidiendo es que seamos más creativos y respetuosos con el derecho internacional, que para eso se está avanzando tanto precisamente: para cubrir huecos.

Lo que está proponiendo son decisiones políticas que tienen como instrumento recursos jurídicos. Porque si hay argumentos tanto para no hacer nada como para decir que sí se puede hacer algo, lo que queda es una decisión política.
No, no. Estoy hablado de una cuestión estrictamente jurídica. Yo creo que, de hecho, mi trabajo es dar una solución jurídica a un problema político, porque no querer juzgarlo sí es politizarlo. Pero hay mecanismos suficientes y ejercicios de aplicación del derecho internacional, de interpretación del derecho internacional suficientes como para no politizar más esto y no negar más la judicialización.

Está hablando de jueces que apliquen el derecho saliéndose de las veredas que marcan los códigos.
Que interpreten, que esa es su labor, por cierto. Los jueces no tienen que inventar ley, sino que aplicarla. En el mundo de 2010 y con todas las necesidades que este mundo ha venido imponiendo, los jueces más rigurosos del mundo, los más estrictos, se han atrevido a hacer interpretaciones amplias y extensivas del derecho nacional a la luz del derecho internacional, diciendo “no puedes optar por una globalización económica y negar una globalización jurídica”. Si queremos una comunidad internacional sólida, tenemos que aplicar normas de rango internacional primero.Yo a los jueces salvadoreños, si tuviera la opción, y a los fiscales, les mandaría una carpeta con las 35 decisiones más importantes -y hay cientos y cientos- de jueces nacionales con constricciones más importantes, con amenazas muchísimo más serias, en muchos casos con riesgos altísimos, que han escrito opiniones diciéndole al criminal: “Lo siento, pero no tiene excusa, el hecho de que no esté tipificado o prescrito...” La legalidad es intocable, pero como dicen los jueces de la Corte Interamericana, lo que no puedes es usarla como excusa para no hacer tu trabajo. Y eso es lo que están haciendo aquí.

Ustedes, en el CJA, no emprenden un caso hasta estar seguros de ganarlo.
Más o menos. Nunca tienes la certeza. Pero sí, pensamos en el desasosiego para las víctimas luego de tantos años de llevar un caso. Ganar no es necesariamente meter en la cárcel al culpable, o cobrar; en muchas ocasiones es poder llevar adelante el caso con rigor y con cierta dignidad, y no someter a las víctimas a nada espantoso. Si eso se puede garantizar, merece la pena el caso. Lo que es horrible es decirles a las víctimas que sí, que hay juicio, crear expectativas y llevar adelante casos que luego fracasan o que son boicoteados en seguida.

Lo digo precisamente porque está hablando de jueces creativos y valientes, pero supongo que no de intentar abrir un caso sin tenerlo bien amarrado.
Por supuesto. Y además, y eso es importante, los jueces necesitan también buenos abogados detrás, en el sentido de que a todo juez en cierto modo también tienes que, a través de tu trabajo, darle confianza en que ese tipo de decisiones las puede tomar. Hay jueces estrella en Argentina, en España, en Chile... pero en muchas ocasiones también son las acusaciones, los abogados de las víctimas, los que tienen que hacer el trabajo y hacer que el juez se sienta cómodo con determinados conceptos. No quiero decir que hay que educar al juez, porque suena pretencioso, pero sí hay que orientarle a veces en ese tipo de cosas.

Volviendo a la pregunta inicial: ¿ve posible una condena en este tipo de casos, Almudena?
Yo tengo mucha esperanza. No hubiera pensado jamás, jamás, que podía pasar lo que ha pasado en Chile o en Argentina. En Argentina han sacado a banqueros de sus oficinas por estar vinculados con las cúpulas militares y torturas. Las sociedades a veces hacen unos pequeños revuelos y se agrupan. Yo sí lo veo posible. En Guatemala detuvieron a cuatro personas. Lamentablemente los jueces no estaban conmigo y los han soltado, pero mandaron a la policía guatemalteca a mansiones de las afueras de la ciudad de Guatemala, a detener a cuatro tipos por la demanda que nosotros metimos, y los metieron en la cárcel un año y medio. Por bien que estuvieran allí, se han pasado un año y medio en la cárcel…

La lección es: “no crean que la impunidad es eterna”.
Sí, aunque aquí dependerá mucho de lo cómoda que esté con esa idea la sociedad salvadoreña. Yo creo que no hay vuelta atrás. Mauricio Funes es un hombre inteligente y sabe escaquear las preguntas muy bien, pero yo creo que él cuenta con que la sociedad salvadoreña va a ser lo suficientemente fuerte como para generar ese cambio sin que él tenga que implicarse políticamente en ello.

La publicación de El Faro a partir de la entrevista con Álvaro Saravia y otros implicados en el crimen, ¿qué valor tiene dentro de un proceso hacia la justicia?
En esa publicación hay información suficiente como para retomar la investigación y empezar a dar vueltas a los nombres de quienes se han valorado siempre que estaban detrás del asesinato, y no nombrar solo al director de orquesta sino a la gente que le pidió la misión. Y luego, casi filosóficamente, creo que estos casos tienen vida propia. Están vivos y empiezan a generar una especie de movimiento en las conciencias de los seres humanos. Saravia ha abierto una caja de Pandora. Son bolas de nieve que no se pueden parar.

13 abr 2010

EL GOBIERNO DE MAURICIO FUNES, NO ES EL DE LA CLASE TRABAJADORA

La clase dominante y sus administradores han reformado leyes laborales y alimentado la formación de un movimiento obrero, para favorecer el debilitamiento de organizaciones clasistas e independientes.

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Comité de Análisis "Ana Silvia Olan" CANASO y EPP | Para Kaos en la Red
www.kaosenlared.net/noticia/gobierno-mauricio-funes-no-clase-trabajadora

El Comité de Análisis "Ana Silvia Olan"CANASOy la Escuela Político Permanente EPP , manifestamos por medio de este comunicado nuestro punto de vista en relación al gobierno del Señor Carlos Mauricio Funes Cartagena, lo hacemos con el animo de contribuir mediante el debate colectivo y constructivo para encontrar vías de solución para las enormes necesidades económicas, sociales, culturales y políticas de las clases trabajadoras y oprimidas de El Salvador.

Comunicado

Con la llegada del señor Carlos Mauricio Funes Cartagena al gobierno salvadoreño, se despertaron enormes expectativas de cambio en la mayoría de sectores explotados y oprimidos de la clase trabajadora; a ello contribuyó –en gran medida– que su postulación a la Presidencia la hiciera como candidato del FMLN, éste representó –y se prestó como– el vehículo que importantes sectores de la burguesía aprovecharon para llegar con disfraces de “progresistas” –y con aires de cambio– a la administración del aparato estatal de la clase dominante.
El recambio era imprescindible frente a 20 años del ruidoso desgaste de la administración de ARENA y para lidiar con la crisis económica internacional que alguien tendrá que pagar. Es así como finalmente la alternancia en la administración del gobierno salvadoreño, pasa a implantarse y a ser parte integrante de las medidas con las que hábilmente la burguesía criolla ha ingeniado para amortiguar el descontento y la explosión social.

Un gobierno como el de Mauricio Funes, tan hábil e ingeniosamente instalado, con total y activa participación de la dirigencia del FMLN, representa y constituye un importante respiro, que le permitirá a Doña Burguesía Salvadoreña –“desde la oposición”– el reacomodo de sus fuerzas, estrategias y tácticas, finamente canalizadas a través de nuevos lenguajes “democráticos”, frescas combinaciones de colores, pomposos discursos “conciliadores” y de llamados a la “unidad nacional”. Tal reacomodo fue manifiesto incluso con el rompimiento de algunos sectores de ARENA y la formación de nuevos partidos electoreros como la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), resultado de una disidencia inicial de doce diputados de la ultraderecha.

La fórmula FMLN-Amigos de Mauricio Funes, fue la mejor carta de ALTERNANCIApara la burguesía criolla y para el gobierno de los Estados Unidos, como lo manifestara un sacerdote católico en la ciudad de Nahuizalco, en los primeros días de enero 2010, al afirmar que: “el gobierno de Funes se asemeja al violinista que pone su violín sobre la mano izquierda para que la derecha lo toque”.

El gobierno del Señor Funes Cartagena es –en esencia– un gobierno de carácter liberal-burgués, que se plantea reformas de marketing político, ni siquiera significativas, cuyos propósitos fundamentales son dos: sacar bien libradas de la crisis a las clases dominantes y atraer más inversiones –objetivos claramente expresados cuando afirma que “generará más oportunidades de trabajo y nos colocará en la senda del progreso”. Lo que sucede es que Mauricio Funes –con sus discursos y medidas gubernamentales– se cuida de no asustar a la burguesía criolla, ni al gobierno de los Estados Unidos de América.

En su discurso presidencial, Funes ha insistido –hasta la saciedad– autodenominándose como un gobierno de unidad nacional, que pretende gobernar para todos y que se ha esmerado para obtener la complacencia y aprobación –no sólo de los sectores que lo apoyaron para su elección– sino también de los diferentes sectores burgueses, hasta hace pocos meses representados por ARENA y los otros partidos de ultraderecha y derecha solapada.

Los graves problemas sociales y ambientales derivados de: la minería metálica (en San Isidro, Cabañas), la construcción de represas hidroeléctricas (El Chaparral, El Simarrón) y de nuevas autopistas (Longitudinal del Norte), enérgica e insistentemente rechazados por las poblaciones afectadas, hasta el extremo de llamarles “proyectos de muerte”, no han sido claramente enfrentados por el gobierno del FMLN y Mauricio Funes, quien asume una posición basada en evasivas imprecisas y silencios tolerantes que se acercan a una complicidad permisiva, que terminará facilitando la consumación de tales proyectos, a sabiendas de las graves afectaciones a la salud de amplios sectores rurales y al ya precario y agonizante medio ambiente de las zonas amenazadas. Similar posición asumió Funes en la coyuntura generada por la huelga de los trabajadores portuarios de Acajutla, Departamento de Sonsonate, en el sentido que los trabajadores fueron desalojados por la fuerza policial.

En el ámbito de las relaciones internacionales, también es reprochable la postura de Mauricio Funes frente al golpe de Estado en Honduras, respecto del cual, originalmente pasó inadvertido al guardar una ruidosa pausa inicial de silencio, para pronunciarse después en forma floja y tímida, evitando la desaprobación de los gobiernos de Brasil y Estados Unidos. Tan evidente es la posición de Mauricio Funes, a favor de las burguesías local y regionales que en recientemente –junto al Presidente Álvaro Colom de Guatemala– llamó a los presidentes de América, que reconozcan la Presidencia de Porfirio Lovo, para reincorporar a Honduras en la Organización de Estados Americanos (OEA), que al fin y al cabo no es más que un aparato de poder político en manos de la burguesía continental, cuya actuación diplomática no es más que una pantomima de experimentados teatreros profesionales.

En una sociedad dividida en clases –como la salvadoreña– los diferentes sectores burgueses enriquecen cada día más, a través de los más inhumanos mecanismos de explotación y sobreexplotación de la clase trabajadora, claramente tolerados por gobiernos como el presidido por Mauricio Funes. En esta sociedad no se puede gobernar a favor de todos, pues las profundas carencias económicas, políticas, sociales y culturales –que atrasa y agrava cada vez más el presente y futuro de las amplias masas de trabajadores– sólo pueden resolverse mediante un programa que afecte claramente los intereses de la gran burguesía “criolla” y transnacional…lo sabemos bien Señor Funes Cartagena, usted no puede, no quiere y no está dispuesto a gobernar para los trabajadores, sus pretensiones no llegan ni a caricatura de reforma.

Nosotros los trabajadores de la ciudad y el campo, tanto manuales como intelectuales, no aceptamos pagar los platos rotos de la crisis, en todo caso quienes deben pagarlos han de ser sus artífices: la burguesía “criolla” y el gobierno de los Estados Unidos de América.

La Clase Obrera: Trazos de un Balance.

Vivimos una etapa en que la clase trabajadora se encuentra dividida, su debilidad se evidencia en organizaciones que –además de fraccionadas– están numéricamente reducidas a su mínima expresión y su conciencia de clase ha sido contaminada por la apatía, el individualismo, el reformismo, el oportunismo, la dependencia y la pasividad; una diferencia totalmente abismal, si se le compara con la clase obrera de los años 70’s y 80’s del siglo XX, período de efervescencia y ascendencia revolucionaria en El Salvador.

Y es que los primeros años de la década setenta –ya referida– fueron de surgimiento de nuevas opciones políticas opuestas al reformismo, período de intenso trabajo organizativo a lo largo y ancho de todo el territorio salvadoreño, de intenso debate ideológico político, con carácter permanente y en todos los niveles, que posteriormente –a finales de los años 70’s y principios de los 80’s– culminó y cristalizó en un vigoroso movimiento popular y revolucionario que puso al borde del desmoronamiento al orden capitalista en El Salvador.

Fue en 1979 que la clase obrera –mediante un generalizado movimiento huelguístico– total e incondicionalmente UNITARIO, mostró la todopoderosa fuerza generada por la SOLIDARIDAD DE CLASE, en tanto que la clase obrera, de manera masiva y articulada, OCUPÓ LOS CENTROS DE TRABAJO, ORGANIZÓ LA AUTODEFENSA y obligó al gobierno y a la clase dominante, al acuartelamiento del ejército, al grado tal de obtener un demoledor y rotundo triunfo, conquistando en un 100% todas sus demandas.

Fue durante –y después de– esta etapa que los elementos formados ideológica y políticamente en el fragor de largos años de lucha, fueron eliminados gradual y sistemáticamente, cuyo dramático final se consumó en los sucesos de abril de 1983. Es a partir de tal coyuntura que los elementos revisionistas, coparon completamente la dirección de las organizaciones populares y terminaron imponiendo –frente a la revolución– el proyecto reformista y electorero. Las mejores generaciones revolucionarias fueron desaparecidas, delatadas, desaparecidas y/o vilmente torturadas y asesinadas por orden de las diferentes dictaduras militares; muchos otros, ya cansados y frustrados, emigraron y otros muchos continúan el intento de levantar la bandera de la revolución...

La corriente reformista ha ganado para sí, casi todo el terreno que tanto le costó al pueblo organizado conquistar con sus dirigentes víctimas de tortura y desaparición, sus combatientes que generosamente ofrendaron sus vidas al caer en combate, en definitiva, esas esforzadas generaciones que lucharon por una revolución social, que resultaron traicionadas con el proyecto colaboracionista del oportunismo y el revisionismo armado, que se autoimpuso desde los primeros momentos del proceso de diálogo negociación y que ahora figura como el principal gerente de los intereses de la clase dominante, desde el aparato de gobierno del Estado burgués.

A esta fecha, la clase dominante y los administradores de sus intereses han reformado las leyes laborales, el Código de Trabajo y han alimentado la formación de un movimiento obrero, con el propósito de favorecer la división y el debilitamiento de las organizaciones clasistas e independientes de la clase trabajadora. Por otro lado, la dirigencia del FMLN, no conforme con desmontar el ejército popular, neutralizó también al movimiento de masas, para tener éxito en el negocio del proselitismo electoral, muy contrario a las tareas de organizar, orientar y unificar al movimiento popular hacia las actuales y futuras luchas; así mismo ignoró y contrarrestó hasta el más mínimo esfuerzo en materia de formación ideológica y política de las nuevas generaciones con potencial revolucionario.

En igual sentido, las o­nG’s han hecho lo propio educando y creando, de manera nociva, un movimiento social dependiente de las ayudas millonarias que provienen del exterior, a través de la burocracia oenegenista, generando e institucionalizando más pasividad, corrupción y falta de confianza en las propias fuerzas que históricamente ha forjado y demostrado el movimiento popular.

Es frente a este panorama que asumimos la responsabilidad y la tarea de reorganizar nuevamente un poderoso, combativo y alternativo movimiento obrero y popular.

POR LA CONSTRUCCIÓN DE UNA TENDENCIA CLASISTA EN EL SENO DEL MOVIMIENTO OBRERO:

¡CONVIRTAMOS LA DISPERSIÓN EN REAGRUPAMIENTO!

8 abr 2010

EL ANSIADO ESTADO DE DERECHO

Para que en nuestra patria se pueda vivir en un verdadero Estado de Derecho es indispensable que las Instituciones cumplan con su obligación de proteger al pueblo, ejerciendo sus funciones sin la injerencia de factores externos, como la influencia de pequeños pero poderosos grupos representados por las cúpulas de los partidos políticos, o de cualquier otra naturaleza.

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*por Rómulo Rivas Blanco

Desafortunadamente nuestra realidad muestra lo contrario en forma reiterada, razón por la cual la ciudadanía manifiesta su desconfianza en las Instituciones. Lo demuestra las encuestas como la que el IUDOP de la UCA realizó a nivel nacional por encargo de MIRE, arrojando los siguientes aterradores resultados:

Entre poca y ninguna

¿Qué confianza le merece la Asamblea Legislativa? 78.9

¿Qué confianza le merecen los partidos políticos? 71.6

¿Qué confianza le merece la Corte Suprema de Justicia 67.7

¿Qué confianza le merece el Tribunal Supremo Electoral? 65.2

¿Conoce quienes son los Diputados? N0 90.9 SI 9.1

Esto genera en la población un clima de profundo descontento, inseguridad y desesperanza, efecto más devastador que los terremotos é inundaciones, ya que cuando la conciencia colectiva se siente desamparada provoca conductas negativas que no contribuyen a la convivencia en paz y armonía.

¿Cuál es la razón de que las Instituciones generen tanta desconfianza? Profundos análisis lo revelan. Se debe a que la Institución que les da vida (Asamblea Legislativa) es la mayor generadora se desconfianza. Esto debido a que por el nefasto sistema de elección de los Diputados, que entrega a los pequeños pero poderosos grupos representados en las Cúpulas de los partidos el derecho de elegirlos (El pueblo vota pero no elige), da como resultado la férrea hegemonía ejercida sobre ellos, obligándolos a violar la Constitución al obedecer sus órdenes , cuando el Artículo 125 les manda a representar al pueblo entero y no estar sujetos a mandato imperativo alguno. Esto explica que se emitan leyes para favorecer los intereses de aquellos privilegiados en detrimento de los del pueblo.

Como son los Diputados los que eligen a los miembros de las Instituciones, se reproduce en ellas el sometimiento de estos a las Cúpulas partidarias.

Para que los Diputados representen los intereses del pueblo es indispensable que sean electos por el pueblo de entre los candidatos propuestos por los Partidos. Para ello es necesario reformar el Código Electoral, como el MIRE ha propuesto desde hace 10 años a la Asamblea Legislativa, sin resultado alguno. Los poderosos se resisten a una reforma que les despoje del injusto poder que detentan, al tener bajo sus órdenes a quienes emiten las leyes a las que nos tenemos que sujetar todos.

La esperanza de lograr nuestros objetivos descansa ahora en que la Honorable Sala de lo Constitucional admita y resuelva favorablemente el Recurso de Inconstitucionalidad presentado por el Licenciado Félix Ulloa, en el que plantea de manera inobjetable que es inconstitucional obligar al pueblo a votar sobre la bandera del partido que eligió a los Diputados, sin darle la oportunidad de ejercer su derecho de seleccionarlos según sus preferencias. El MIRE y otras organizaciones de la sociedad civil de pensamiento democrático, apoyamos la iniciativa del Licenciado Ulloa.

Confiamos en una pronta y favorable resolución de los Honorables Magistrados de la Sala de lo Constitucional para que en las elecciones de 2012 podamos ejercer plenamente el derecho de elegir a los hombres y mujeres a quienes deseamos depositar nuestra confianza. Diputados que anteponiendo los intereses del pueblo a los de otros , emitirán leyes justas y seleccionaran a los mejores elementos para conformar las Instituciones que protejan al pueblo, ejerciendo sus funciones libres de influencias ajenas. Entonces comenzaremos a construir las bases de un Estado de Derecho

El autor es presidente de MIRE

EL MEDIATISMO PONZOÑOSO

Cuando un país, gobiernos o personas particulares se entregan al cambio por mejorar las condiciones sociales de la ciudadanía, vienen los enemigos de la humanidad con sus hocicos rabiosos vomitando todo el veneno posible contra dicho cambio.

ojo

*por Paul Fortis

Casos específicos contra dichos cambios se da contra el digno y glorioso pueblo revolucionario cubano y paralelamente contra la nación bolivariana por ser dichos pueblos los que encabezan el movimiento de liberación de toda Latinoamérica de los aguijones sangrientos del imperialismo.

La Revolución y los revolucionarios empapados o no de la teoría revolucionaria tenemos el deber de luchar por mejorar las condiciones sociales de nuestros pueblos y es precisamente lo que no quiereN los enemigos del cambio, quienes a diario conspiran por sembrar el caos y el distanciamiento entre la militancia de los partidos “Avant Garde”.

Hay una recua de enfermos mentales seudo revolucionarios que pasan de chivos expiatorios sobre nuestros quehaceres por ayudar a nuestros pueblos y se valen de una u otra acción no explicada con suficiente claridad para juzgarnos y acusarnos hasta de contra revolucionarios y tienen los sinvergüenzas el valor de decirnos como hacer las cosas. (Ver Carta abierta a Dagoberto Gutiérrez de Marvin Galeas)

Es fácil estar criticando, irrespetando y difamando al gobierno del FMLN y podemos ver en ascuas que los que critican no son más que los que están formando una recua de partidos políticos cuyos pajarracos agoreros son los lideres que buscarán entre poco que el pueblo los mantenga, por lo tanto; no es la razón de estar criticando, sino otra que el oportunismo descarado y el deseo protagonista de figurar con nombres nuevos tratando de ocultar las verdaderas rostros tras máscaras payasescas en las que nadie cree, ya que tras ellas seesconde el pasado criminal de todos ellos.

Cuántas veces a lo largo de medio siglo los mismos plumíferos de tinta rala han tratado de denigrar a Fidel y al heroico proceso revolucionario cubano. Llenaríamos cuartillas tras cuartillas y siempre faltaría papel y tiempo para recoger todas las maldades de los enemigos de la revolución cubana. Miles de veces han tratado de asesinar a Fidel, sin embargo; ellos saben bien que a Fidel ni la muerte lograría derrotarlo ya que se ha eternizado en las venas de los revolucionarios de la tierra. Por medio siglo han tratado de poner de rodillas a ese pueblo heroico con la mordaza del bloqueo y en cuanto el bloqueo se hace más intenso, más férreo se hace el proceso revolucionaria de una patria donde el amor es tan fuerte como la ideología que lo produce.

De la misma forma arremeten contra el “Lince del Orinoco”, alimentan con millones la contra revolución interna y externa, manipulan los medios de comunicación del mundo contra Chávez y la revolución bolivariana y aun, miles de judas robolucionarios que viven y se enriquecen a las sombras del proceso, como felinos se agazapan esperando la oportunidad del zarpazo letal.

La ofensiva mediática va contra todo lo que huele a cambio, los sucesos de Honduras son el más crudo ejemplo del intervencionismo imperialista. Compran curas y pastores rabiosos y endiablados y se los tiran encima a nuestros gobiernos tratando de desestabilizar el más ínfimo asomo a libertad en nuestros países.

Acá en El Salvador gritan que Mauricio y el FMLN los engañó, irrespetan al Presidente y al Vicepresidente. En un artículo de ayer aparecido en un blog seudo religioso dice: Cuando tu Vice Presidente abre el hocico, irrespetando a las máximas autoridades de la nación y en el caso de Leonel, a un hombre histórico que ha dado su vida por la liberación de nuestro pueblo.

Gritan a los cuatro vientos que no ha habido cambios, deberían visitar las alcaldías del FMLN, San Julián, por ejemplo, donde en menos de un año, el actual gobierno municipal ha metido treinta proyectos, o las alcaldías de Chalatenango donde Meme Portillo, Presidente de la Asociación de Municipalidades Chalatecas, de un solo viaje a Barcelona, logró veinte buses para el servicio de las comunidades o las amplias campañas contra las enfermedades endémicas y pandémicas como el dengue que el Ministerio de Salud y Gobernación están llevando a cabo a lo largo de la nación. Critican a los ministros si saber lo que hacen. La semana pasada en medio de un calor aberrante la Doctora María Isabel Rodríguez, Ministra de Salud, en lugar de tomarse un descanso en pleno Jueves Santo, viajó a Metalío, junto al dorector del ISBM, Rafel Coto, para impulsar la campaña contra el dengue y el mejoramiento de la salud en general.

Cuando alguien como quien escribe defiende los cambios, le llueven huracanes de peyorativos y sufren de estrabismo voluntario ante lo que en realidad sucede. Para ellos el cambio curricular, la ayuda a la niñez y a la juventud por medio del Ministerio de Educación, la Campaña Nacional de Alfabetización es simplemente “Asistencialismo” y los mismos que se siguen lucrando de la violencia producida por ellos, tienen el descaro de decir que nada se está haciendo. Nos preguntamos por qué fue la ANEP la que protestó por la suspensión de los jefes mafiosos policiales?

Personalmente, pienso que hacemos más trabajando con nuestro pueblo que desgastandonos criticando al gobierno ante las miles de necesidades que tenemos, sin embargo; los enemigos del cambio ni siquiera se dan cuenta que hay montones de jornadas de trabajo voluntario. Cuando celebrábamos el Festival Por la Paz Contra La Violencia en Izalco, nos dimos cuenta que una busada de jovencitos de Apopa, llegaban no al festival, sino a unirse a jóvenes izalqueños para trabajar voluntariamente en los cantones de Izalco, de la misma forma, los cantones de San Rafael Cedros, en Cuscatlán son un ejemplo de organización y fraternidad, no sólo ayer, sino desde hace ratos ayudando a resolver sus problemas infra estructurales comunes de forma intercantonal, para ellos mi admiración y respeto.

Es fácil criticar, sin embargo; los que critican para dañar no tiene la capacidad de sentir la satisfacción de servir al pueblo sin sus intereses mezquinos de protagonismos y robo de los bienes de la ciudadanía. Critican porque es la única forma de darse a conocer aunque sus críticas sean infundadas y no tengan ni el mínimo interés de construir, sino de destruir los logros ciudadanos y si a veces se les contesta es para decirles: les vamos a hacer tragar su vómito y siempre estaremos listos para descararlos frente al pueblo.

La prensa internacional en especial CNN, Reporteros Sin Fronteras, El País y otros medios oscurantistas pagados por la CIA pasan como aguiluchos fisgones analizando todo lo que Fidel, Chávez, Correa, Lula, Raúl, Evo, El FMLN, el FSLN digan para tergiversar y hagan y todo porque nuestros líderes defienden la libertad de nuestros pueblos, protegen nuestros recursos naturales y el derecho de auto determinarnos. Les duele cualquier esbozo de libertad en nuestros pueblos.

El mediatismo contra el pueblo cubano es más que aberrante, torpe y denigrante contra los mismos que lo producen porque nadie les cree tanta burrada (quien podria creer a Marvina Galeada, a  Joauin Buchaca, a Kirio, Goma zarate, Nachas Castigo, Lafi, Lafi)   a lo largo de la tierra. Ya no dicen: “Los cubanos comen niños”, ni Chávez financia la guerrilla en Centro América u otras partes del mundo, sino que se meten en nuestros quehaceres como si estuvieran en su casa, preparando y dando golpes de estado descaradamente y financiando a la derecha hasta en los jardines infantiles de Latinoamérica.

Acá en El Salvador, donde el analfabetismo en personas mayores de quince años llega al 18%, sin tomar en cuenta la enorme cantidad de niños menores de esa edad que no saben leer ni escribir, la derecha comenzó a rumiar cuando el Ministro de Educación anunció la Campaña Nacional de Alfabetización, como si la educación no fuera un derecho universal y una obligación jurídica del estado proveerla y lo peor, es que un sin número de ignorantes con títulos comprados en universidades falaces que ocupan cargos en el mismo ministerio de educación contratados por la derecha oscurantista desde hace veinte años, son los que se están oponiendo a ello y tratando de confundir a los padres de familia y al estudiantado de la escuela salvadoreña, son los mismos que junto a los alcaldes areneros prohibieron el 15 de septiembre del año pasado que se hablara del cuatrero “Feliciano Ama”. Cosas y casos así se ve en la Libertad, Sonsonate y otros departamentos del país Dichos pillos antipedagógicos y piltrafas anti didácticas tratan de confundir a los asesores pedagógicos y a los Directores Departamentales de Educación quienes de buena fe siguen respetando la inclusión a costos elevados del presente y el futuro de nuestra juventud y en consecuencia de nuestra patria.

No es tiempo de callar. Debemos denunciar los males si es que queremos que los cambies lleguen, callar es cobardía. En el gobierno actual hay muchas piltrafas que se han valido de los amarres del consenso e inclusión promovida por nuestro gobierno y son los que más males están causando a la patria y al gobierno mismo.

El mediatismo y desinformación crecerá en la medida que no seamos capaces de descarar lo que está detrás de ello que no es otra cosa que la sed de dominación imperialista sustentada por el sabuesismo local.

A los pajarracos y articuleros oscurantistas de tinta rala, a los plumíferos corruptos de la prensa mediática nacional e internacional, les decimos sencillamente que la Revolución Vivirá, se Desarrollará y se Profundizará en la medida que todos y todas comprendamos su carácter permanente y su dialéctica de negación de sistemas anticuados y los sustituyamos construyendo un sistema diferente en el cual la paz , la justicia social y la participacion ciudadana sean los principales ejes : El Socialismo.

TONY SACA CAE “EN PICADA” SEGUN SONDEO DE CID-GALLUP

El sondeo es para el área de San Salvador y es parte de las primeras mediciones para la elección de alcaldes que se realizará en 2012

US El Salvador Tony Saca

*tomado de La Página

Por lo menos en San Salvador, el ex presidente Elías Antonio Saca tiene números en rojo, acuerdo con un reciente sondeo de la firma CID-Gallup a la cual tuvo acceso el Diario La Página.

En ese sondeo, el ex presidente aparece con 33% de respuestas favorables, contra un 59% de respuestas desfavorables. En esa misma medición Saca recibe un porcentaje de nueve puntos de personas que no saben o no responden.

El sondeo se realizó al 25 de marzo de 2010 y mide también otras personalidades. Fue ordenado por Casa Presidencial y la intención, según la firma encuestadora, "tiene como propósito dar un seguimiento continuo y sistemático a la opinión pública... midiendo intención de voto para las próximas elecciones de alcalde de la capital".

En la misma encuesta Mauricio Funes recibe un apoyo mayoritario, con 82 por ciento de respuestas favorables versus 13 por ciento de opiniones desfavorables.

Óscar Ortiz marcha en segundo lugar, con 58 puntos favorables versus 23 desfavorables.

Jaime "La Chelona" Rodríguez tiene 52 por ciento de opiniones a favor, contra 9 desfavorables.

Héctor Silva, ex alcalde capitalino, mantiene cierto capital político en San Salvador. Sus números son 46 positivos versus 20 negativos.

Similar nota obtiene el alcalde Norman Quijano, a quien los electores dan 46 puntos a favor, con 38 opiniones en contra.

Otros personajes que se miden son:

Miguel Menéndez "Mecafé": 31+ y 6-

Roberto Lorenzana: +25 y -33

Rodrigo Samayoa: 24 positivos versus 37 negativos

La encuesta también mide preferencias de partidos políticos:

ARENA obtiene 10 puntos.

FMLN: 25%

GANA: 2%

Otros: 1%

En este rubro la gran mayoría, el 62%, no saben o no responden.

Al 25 de marzo, la intención de voto para alcalde de San Salvador se distribuye así:

ARENA: 19%

FMLN: 28%

GANA: 5%

Otros: 1%

NS/NR: 47%

Datos técnicos de la encuesta:

Entrevistas: telefónicas y personales

Último día de campo: 25 de marzo de 2010

Muestra: Aleatoria, representativa de la población adulta con teléfono

Cobertura: San Salvador

Error muestral: +-4.9

Tamaño de la muestra: 397

JUZGUE USTED AL JUEZ: ¿HAY PARALELOS ENTRE LOS CORRUPTOS EN ESPAÑA Y EL GRAN CAPITAL EN EL SALVADOR?

"¡España al revés: corruptos y fascistas juzgan al juez!"Manifestacion_Garzon500 personas cortan la calle Génova de Madrid en una concentración en defensa de Garzón

*tomado de El Pais de España

Unas 500 personas han acudido esta tarde, movilizadas por mensajes de móvil y foros de Internet, a la puerta de la Audiencia Nacional para demostrar su apoyo al juez Baltasar Garzón y condenar la decisión del Tribunal Supremo de sentarle en el banquillo por abrir una investigación sobre los crímenes del franquismo. Al grito de "¡Garzón, estamos aquí!, "España al revés: corruptos y fascistas juzgan al juez" o "Justicia 0-Falange 1", los manifestantes protestan por lo que consideran la inminente inhabilitación del magistrado. La concentración ha obligado a cortar la calle de Génova, entre la sede del Partido Popular y la Audiencia Nacional.

"Me he enterado por un mensaje de móvil y se lo he dicho a más gente. Ha sido algo totalmente expontáneo", explica Julián Rebollo, sobrino de fusilado y portavoz de la Plataforma por un centro para la paz y la memoria en la antigua cárcel de Carabanchel. "Estamosn indignados. Es el colmo que vayan a juzgar al único juez que se ha atrevido a investigar los crímenes del franquismo".

Las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica acusan de prevaricación- el delito por el que está imputado Garzón- a todos los jueces de instrucción a los que se han dirigido y que no han investigado el hallazgo de restos humanos con signos de violencia. Desde el año 2000 sólo se ha abierto en España una fosa bajo supervisión judicial, en Santa Marta de Tera (Zamora).

Además, existe una convocatoria anónima, que se está extendiendo por Internet, para celebrar una gran concentración de apoyo al juez el próximo 24 de abril. "Ha sido una decisión espontánea que ha empezado con un grupo de apoyo en Facebook", ha comentado el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva. Colectivos de memoria, familiares de víctimas del franquismo y partidos políticos de izquierda de toda España preparan esta macro concentración de apoyo al juez Baltasar Garzón. Ya tienen cartel e incluso un lema: "Investigar los crímenes del franquismo no es delito".

"Únete. Hay que estar con la Justicia y la Verdad. Con la Memoria Histórica. No podemos olvidar tanta ignominia. Ya sabes, a las 20 horas el día que se produzca la suspensión, nos vemos junto a la Audiencia Nacional", se lee en una de las convocatorias. Otras piden hacer lo mismo frente a los tribunales superiores de justicia de otras ciudades españolas.

En Teruel, por ejemplo, Izquierda Unida ha convocado otra concentración de apoyo a Garzón para el próximo 14 de abril. "Resulta bochornoso para los demócratas que los descendientes de los asesinos puedan sentar en el banquillo al juez", declaró el coordinador del partido en Teruel, José María Martínez Marco.

No serán las únicas. "En Argentina, donde Garzón es muy querido, las organizaciones de defensa de los derechos humanos también están preparando manifestaciones de protesta para el día en que sea suspendido", ha asegurado Silva. Desde que se abriera el proceso contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo todas las grandes organizaciones de defensa de los derechos humanos (Amnistía Internacional, Human Rights Watch...) han emitido comunicados de apoyo al juez.

TIEMPO TERCO

¿Se vale soñar? Claro... El sueño es parte del tiempo como la esperanza y la vida. 

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*opinión editorial ContraPunto

El tiempo pasa implacable; el tiempo es terco: no se detiene. Todo cambia, nada es estático. Nada es igual a lo de ayer...

En El Salvador, el tiempo ha pasado. Hace 20 años estábamos en guerra. Los más, se quedaron sin oportunidad de moverse de sus tierras y de sus casas, esperando “lo que Dios mandara”. Murieron hijos, madres, padres, hermanos, tíos, sobrinos, primos, amigos y enemigos. Unos en combates, otros en masacres, otros en fuegos cruzados.

Otros se fueron huyendo de la muerte y poblaron confines inhóspitos en Canadá, en Estados Unidos, en Australia... Maldito destierro que dejó a miles, decenas de miles, centenares de miles, millones con el castigo de la nostalgia de un futuro soñado que nunca fue. El país aquel ya no existe.

¿Se vale soñar? Claro... El sueño es parte del tiempo como la esperanza y la vida. Con esperanza y vida debemos reconstruir la patria y nuestras propias vidas.

En El Salvador se estableció la creencia que nada iba a cambiar nunca o que todo cambiaría del todo y para siempre.

Ese muro ha sido demolido por la realidad vigente. El Salvador, dentro del mundo, está asentando los pies sobre la realidad terrenal.

Hay urgencias que no se pueden relegar por más tiempo: la pobreza histórica, la violencia delincuencial que masacra a diario. Organizar tras el desorden no debe ser fácil, pero hay que empujar el carro.

Cada quien debe aportar al cambio para que el tiempo tenga sentido. Lamentarnos que el tiempo pasa y que nos vamos poniendo viejos es aceptar que nada podemos hacer, cuando hoy casi todo está por hacer...

5 abr 2010

LA VIOLENCIA Y EL LIBRE MERCADO

La guerra se convierte en un asunto privado y el pensamiento violento y guerrerista invade nuestra conciencia.  El fenómeno del “nuevo orden mundial” es aceptado y reproducido al pie de la letra por un régimen político corrupto y burguesías que amasan fortunas de dudosa procedencia, como las que dominan actualmente en El Salvador.

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*por Oscar A. Fernandez O, para ContraPunto

En la mayoría de países dónde por la imposición de un modelo económico en el cual las grandes mayorías no participan de sus beneficios, encontramos formas de violencia que se han extendido al grado de penetrar los cimientos de la cultura tradicional y sobreentenderse en la vida cotidiana. El Salvador es un ejemplo clásico.

Simplemente la uniformización global permite advertir que la presión por la adecuación social es enorme y que la cantidad de artículos dispuestos con los cuales establecer una “identidad de moda” es inaccesible para las mayorías. Paso a paso se expande una cultura estimulada por elementos bélicos y un comportamiento militarista. Ésta prolifera en la vida cotidiana y penetra hasta el interior de las familias comunes, que no tiene ningún ansia de guerra. Todos hablan hoy de “guerra contra la violencia”, una paradoja temeraria, una negación en sí misma, un culto peligroso.

Si sumamos esta infiltración de una cultura bélica y nihilista, a la violencia sufrida por la exclusión de grandes sectores en el país y la respuesta eminentemente punitiva de  Estado al problema de la delincuencia, obtenemos como resultado la legitimación y legalización de la violencia, lo que en otras palabras quiere decir que parece que los salvadoreños ya aceptamos la violencia como parte del paisaje social y comenzamos a creer que es normal vivir con ella. El bombardeo de propaganda, la inundación de noticias amarillistas y morbosas, el consumismo, la violencia exaltada y glorificada por los juegos electrónicos, la publicidad, el cine y la TV, impiden reconocer con claridad una diferencia entre la guerra y la paz.

La mayoría coincide en señalar que vivimos un proceso de involución civilizadora: a pesar de todos nuestros adelantos tecnológicos, no hemos podido desterrar la violencia. Al contrario, bajo mil disfraces, se ha convertido en un el arma de la dominación moderna al servicio de poderes cuyos verdaderos rostros apenas ahora empezamos a vislumbrar claramente.

La guerra se convierte en un asunto privado y el pensamiento violento y guerrerista invade nuestra conciencia. En contra del anhelo de que los seres humanos podamos ser iguales y liberados de un Estado violento y represivo se expanden de manera epidémica, el conformismo y las formas violentas de organización con sus correspondientes emblemas que proporcionan identidad y sentido de arraigo. Independiente de las formas en que sean entendidas, esta cultura de la violencia no es más que el síntoma de algo de lo que todavía no se toma conciencia: un fenómeno del “nuevo orden mundial” impuesto por el poder del capital transnacional y su poderío militar, el cual es aceptado y reproducido al pie de la letra por un régimen político corrupto y burguesías que amasan fortunas de dudosa procedencia, como las que dominan actualmente en El Salvador.

Sin embargo, a pesar de este sello impuesto por el “nuevo orden imperial”, es necesario considerar que la violencia que vive la sociedad salvadoreña como fenómeno propio, debe ser visto como un hecho evidente que nos obliga a implementar un cambio fundamental y revolucionario en las relaciones sociales. M. Ezemberger (Panorama de nuevas formas de guerra civil), se refirió hace una década, a la expansión de una disposición general a la violencia: “Armados los marginados y las bandas dominan la ciudad y el campo debido a que el darwinismo social del libre mercado barrió con toda clase de cohesión social fundada en la solidaridad”.

A propósito, bajo el lema "¡Alto a la miseria!", la Unión Europea (UE) ha declarado 2010 "Año de la pobreza y de la exclusión social". Y es que ya hay, en la Europa de los veintisiete, unos 85 millones de pobres. Un europeo de cada seis sobrevive en la penuria.” “Lo peor es que la violencia del desempleo golpea sobre todo a los menores de 25 años. En materia de paro juvenil, España ostenta la tasa más catastrófica de Europa: 44,5% (la media europea: 20%) (Le Monde Diplomatique en español, 2 de abril de 2010)

Las consecuencias de esta violencia desatada que sufrimos los salvadoreños y otras sociedades, son las manifestaciones de la fractura y disolución social que atomiza la sociedad. Dónde hasta hace unas décadas era todavía común que todos los miembros de la sociedad estaban ligados por un contrato social a un Estado que aún desde su naturaleza autocrática y burguesa, producía algunos bienes sociales, hoy en El Salvador el sistema y modelo imperantes excluyen cada vez más personas, llevándolas a la frustración y desesperación. Vivimos la negación total de una sociedad de inclusión sustituida por una sociedad de exclusión. En la actualidad se han establecido mecanismos de excepción adicionales, visibles e invisibles, de hecho y de derecho que se aplican contra los asentamientos marginales a manera de defensa para las minorías sociales que se encuentran en una posición privilegiada.

La violencia creciente y la disposición a ella son fenómenos que escapan a los intentos de contención del Estado que a su vez emplea recursos violentos para ello, al mismo tiempo que fomenta la violación a las leyes y la corrupción. El crimen tradicional si le podemos llamar así, se puede considerar un acto todavía racional en comparación a los sentimientos violentos y el odio en que han sumido los señores del poder a la sociedad salvadoreña.

La escalada a la violencia y la tendencia de ésta a estabilizarse preocupa en primer orden por que hace evidente la descomposición interna de la cohesión social, contra la cual las instituciones se muestran impotentes. Así la sociedad se descompone en asociaciones de violencia y en pandillas de todas las escalas sociales que nos hacen vivir un permanente estado de guerra, el cual creíamos estar superando.

A escala internacional Estados Unidos, impelido por su arrogancia imperial junto a otras naciones “civilizadas” igualmente prepotentes, se preparan para fortalecer las fortificaciones de sus fronteras que deben servir igual que cuando el Imperio Romano, para protegerse de los bárbaros, de los conquistados, de los pobres, de los excluidos, de los habitantes de la miseria, a los mismos que la civilización de los poderosos les robó sus ilusiones y corrompió lo que alguna vez fueron sus patrias.

El libre mercado necesita de la violencia como la vida necesita del oxígeno. A más libre mercado más violencia. Todas las reformas neoliberales del crecimiento económico han sido impuestas y se mantienen desde la violencia. La violencia asume el formato de la política como una extensión de la guerra, y ésta como una condición hobbesiana de existencia. El desarrollo y el crecimiento económico fragmentan al hombre de su sociedad y lo inscriben en una relación marcada, precisamente, por la violencia. La libertad de los mercados implica cárceles, persecución, terrorismo de Estado, torturas, genocidios, impunidad, guerra contra los pobres. El crecimiento económico es violento por naturaleza. Generar violencia y administrarla políticamente, bajo una cobertura de democracia, ha sido uno de los desafíos más importantes del neoliberalismo. El concepto neoliberal que permitió la domesticación de la política, incluido el sometimiento de la democracia a las coordenadas del mercado, ha sido aquel del Estado de derecho, el que ciegamente y de manera simplista solemos defender.

¿CUANDO LLEGARÁ LA ESPERANZA Y EL CAMBIO ANUNCIADO?

Imitadores históricos de lo norteamericano, de lo chino, de lo español y mexicano, todo lo hacemos “hechizo”, lo hacemos “pacota” a como salga, al fin que es para indios. Como decía un sastre que veía fallas serias en el pantalón “¡ay se va!”; “otro día lo haré bien”, son nuestros lemas.

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*tomado del blog El-Salvador

Los medios de publicidad hablan de “más burocracia en el gobierno”, de “privilegios” y de “transparencia sin transparencia”, pues “aún no se rinde cuentas y retrasa la aprobación de la ley de transparencia y acceso a la información”. Desde luego, debe analizarse a profundidad la campaña mediática, los objetivos perseguidos y el trasfondo del asunto. Los grupos oligárquicos a pesar de que “sus inversiones” y sus “negocios” y “arreglos financieros” locales e internacionales, no corren ningún peligro, siempre mantienen el dedo en el renglón y advierten sobre “el peligro que afronta la democracia y las libertades con un partido como el FMLN”.

Políticamente pensamos que todo quinquenio por venir, sobre todo con una corriente de pensamiento supuestamente distinta, sería mejor que los pasados. Creemos en la Divina Providencia con los colores azul y blanco, en la sonoridad y contenido de nuestro Himno Nacional, en la sustancia de la Constitución, en los Códigos Penal, Procesal Penal, el de Familia y en la Ley del Menor Infractor. Suponemos que “el cargo hace al hombre” y no a la inversa. Con todo, después de diez meses de estrenado el nuevo régimen, nos asombramos con hechos y circunstancias lamentables, tristes, penosas.

No podemos, por ejemplo, aplaudir el apoyo irrestricto que se brinda a las transnacionales de la telefonía fija y celular, a los fabricantes y grandes importadores de medicamentos éticos y genéricos, la protección incalificable a los agentes y responsables de actos de corrupción cometidos contra el pueblo salvadoreño, casos que en su oportunidad hemos documentado seriamente; el ceder a la presión de los “grandes” empresarios para no aumentar el impuesto a las bebidas alcohólicas, sobre todo a la cerveza, el permitir que funcionarios areneros sigan copando altos y estratégicos cargos en el gobierno, el aceptar compromisos de política exterior para “complacer” a los Estados Unidos. Y podíamos seguir con la letanía y lista interminable de tantos casos que con toda razón preocupan a los que votaron por el cambio y la esperanza.

Hay algunas señales de intentar corregir, de enmendar la plana. La destitución del Viceministro de Turismo, Mauricio Oñate, para el caso, es una medida de sana administración, pues se trata de un militante confeso de Arena y una persona intrigante, que precisamente conspiraba para crearle problemas al actual Ministro de Turismo, José Napoleón Duarte h. y de paso quedarse con el puesto; pero hay otros siniestros personajes, como el incapaz Edgar Mejía, arenero rematado, funcionario de todos los gobiernos anteriores de este partido, que se mantiene como Presidente del Instituto Salvadoreño de Fomento Cooperativo (INSAFOCOP). También hay muchas plazas más en los Ministerios de Obras Públicas, Gobernación, Justicia y Seguridad Pública, Salud Pública y el Seguro Social, muchas de ellas de gerentes y asesores, que no han sido “tocadas” porque hay fuerzas poderosas que interceden por ellos.

¿Cómo puede la población estar tranquila, si únicamente se procede a eliminar a una o dos personas, pues cuando llegan a hacer determinadas diligencias a uno u otro Ministerio u oficina pública se encuentran con las mismas caras e iguales nombres? Con todo seguimos creyendo en las “inauguraciones” de obras que endulzan el paladar de la gente; en tímidas entregas de títulos de propiedad de parcelas, sin acometer el fondo de la problemática agraria, con toda esa repulsiva tenencia de la tierra y todavía ofensivas extensiones de tierras que al final terminarán siendo lotificadas; en proyectos elaborados para continuarlos en 15 años más, entre ellos Centrales Hidroeléctricas, carreteras, puertos y aeropuertos; en frases abstractas que nosotros vemos concretas, en honradeces que no coteja la Ley de Responsabilidades o de Ética Gubernamental; en eficacias juveniles inexistentes y solamente suponibles “porque la juventud lo puede todo”. Una calva y una barba de viejos nos dan idea de experiencia. Una placa de diputado, superioridad; un título de licenciado o de doctor, preparación.

Amamos el símbolo, la ilusión, la sombra, el fantasma o la definición más que la realidad. Creemos cumplir santiguándonos o haciendo el saludo a la bandera o recitando la oración a la patria. Prendemos la vela al santo, hacemos la cruz del voto, llevamos la imagen de San Cristóbal en el carro; pero descuidamos las virtudes cívicas o religiosas y somos cafres conduciendo. Lo hemos visto con el trigésimo aniversario de la muerte de monseñor Romero, lo estamos viendo con la celebración de la Semana Santa. Lo mismo adulamos o criticamos al gobierno que nos sometemos alegres y optimistas al credo religioso. Como decía en su programa de televisión el comediante mexicano Héctor Lechuga. ¿Qué nos pasa?.

Somos llamarada de tuza, comienzo de todo, maestros de la nada y hacedores de “cualquier cosa”: los sabelotodo, los vende lo todo, los come lo todo, como escribe en el Poema de Amor, nuestro máximo poeta Roque Dalton. Construimos el puerto marítimo más moderno de Centro América y sus instalaciones se oxidan, se gastan miles de dólares en su mantenimiento diario, mientras se continúan haciendo proyectos, haciendo castillos en el aire y buscando operadores internacionales. Menos mal que el presidente de la CEPA, Guillermo Suárez recién acaba de decir que el Estado asumirá la responsabilidad de administrarlo. Esa obra como tantas otras, se ha ido por los tajos de la historia económica, con ella nuestra autenticidad en el trabajo, nuestra peculiar naturaleza. Imitadores históricos de lo norteamericano, de lo chino, de lo español y mexicano, todo lo hacemos “hechizo”, lo hacemos “pacota” a como salga, al fin que es para indios. Como decía un sastre que veía fallas serias en el pantalón “¡ay se va!”; “otro día lo haré bien”, son nuestros lemas.

El mismo titular de Gobernación confesó públicamente que un puesto de confianza en esa Secretaría de Estado, era ocupado ni más ni menos que por un hermano del “asesino sicópata”, Roberto D´Abuisson. ¿Cómo lo justificó? Explicando que “si el empleado cumple fielmente y con capacidad sus funciones, pues continuará en el puesto”. No hay derecho, sobre todo cuando por más de veinte años militantes del FMLN han tenido paciencia para esperar por una oportunidad de trabajo. Profesionales distinguidos, técnicos con estudios superiores, haciendo cola para ingresar al servicio en el Estado. Pero con esas muestras de “aprecio” y de “dignidad” al trabajo expresada por el señor Ministro de Gobernación, todos los areneros, y ratas del mismo piñal, pueden sentirse tranquilos, pues éste es un gobierno de la auténtica meritocracia.

En fin, porque nos hacemos tontos con las palabras. Con sólo decirlas ya suponemos que son realidad. Lo que queremos lo vemos cercano, pero muy poco o nada hacemos para atraparlo. Sobre todo cuando hay altos funcionarios velando el sueño del enemigo, del acérrimo rival político. Somos adoradores del mesianismo y de la profecía. Víctimas del pasado, queremos cambio de algo que no hemos consolidado. Nos morimos sin ser y lo único que hemos sido es flojos de la construcción de sí mismos; suplantadores de la realidad por la ficción y esperanzados perpetuos de que se nos dé, en el más allá, lo que en el más acá nos ha faltado. Sigamos creyendo en la palabra de la eternidad, de un mundo mejor, anunciado por pastores mercantilistas. Al fin y al cabo queda la esperanza, todavía no remota, de alcanzar el sueño americano.

LA CRISIS DE LA POLITICA

En nuestro país los presidentes de ARENA se comportaron como si se les hubiera entregado el poder para usufructo personal, como su patrimonio. El presidente actual, ya desde la campaña electoral, manifestó justamente esta actitud repetidas veces. Una vez en funciones, su actitud no ha cambiado de forma, ni de contenido. Se comporta como el dueño del poder.

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*por Carlos Abrego del blog Cosas Tan Pasajeras

Meterse en política. Hacer política. El diccionario académico en internet nos da varias definiciones de la palabra ‘política’. Más abajo las voy a copiar y comentar. En ninguna de ellas se advierte algún rasgo que permita tener una actitud negativa respecto a esta actividad, ni contienen alguna apreciación despectiva. Sin embargo en muchas sociedades cuando se habla de los políticos (de las personas que se “meten en política”) con mucha frecuencia se hace en tono reprensivo. En nuestro país muy seguido hay llamados a no politizar algún problema, en casos que conciernen a la sociedad entera, que incumben a muchas personas.

Entiendo que lo que se pretende con esto de “no politizar”, no se refiere directamente a la política como actividad social, sino que se quiere prevenir del aprovechamiento del “caso” por alguno de los partidos políticos o por alguna persona con pretensiones políticas. Me llamó mucho la atención un reciente llamado a no politizar la memoria de Monseñor Oscar Arnulfo Romero por temor a que no sea beatificado, porque eso puede obstruir el proceso de canonización. No quiero por el momento extenderme sobre este caso particular, simplemente de pasada señalo que la permanente presencia del prelado en la memoria y en el corazón de los salvadoreños es un hecho eminentemente político, derivado de las posiciones en defensa de los más pobres que tuvo el arzobispo salvadoreño. Sus amigos y sus enemigos (los tuvo y los sigue teniendo) supieron valorar de manera diametralmente opuesta su manera de encarar su misión pastoral.

Volviendo al tema, este tono despectivo, reprensivo no es neutro. En cierto sentido tiene una valoración moral: lo político, la actividad política se asocia con la ambición, con el egoismo, con las intrigas, con la ausencia de reales convicciones. Los principios, las convicciones se enarbolan simplemente para ocultar oscuras ambiciones personales o partidarias. La política se asocia a la mentira, al engaño, a la hipocresía, se trata de algo moralmente sucio.

¿Esta visión tiene su fundamento? Lamentablemente es imposible negarle bases reales a este implacable punto de vista. El fraude, el robo, las malversaciones que producen enriquecimientos ilícitos son corrientes y no obedecen al interés social. En muchas ocasiones han ocurrido asesinatos ligados a la actividad política. No me refiero aquí al asesinato originado por la represión, sino por rivalidades de intereses que suceden incluso entre personas del mismo campo político, entre miembros del mismo partido.

La cuestión que se plantea socialmente es la siguiente: ¿la amoralidad es un atributo obligatorio, inherente de la actividad política? La respuesta a esta pregunta tiene repercusiones inmediatas en la vida social de las comunidades. Es innegable la importancia de la respuesta que se dé a la pregunta, al mismo tiempo responder implica asimismo una toma de partido moral y político. Por ello que sugiero que el tono reprensivo no es neutro, ni tampoco transparente o motivado exclusivamente por los hechos inmorales que he señalado. Esta actitud negativa es también inculcada, basándose evidentemente en los rasgos negativos aludidos, pero que persigue al mismo tiempo mantener alejados de los asuntos políticos a las mayorías. Esta actitud permite darle al asunto político el carácter fatal de la deshonestidad. Es por eso que se dice ya casi como un aforismo que “el poder corrumpe”. Si el “poder” corrompe, el corrompido es una víctima de las circunstancias.

Crisis global

La crisis actual de la sociedad capitalista es global, abarca todos los aspectos de la actividad social. No debe extrañarnos que la política sufra también las consecuencias de la crisis. Es por ello que es urgente analizar los aspectos políticos de la crisis del capitalismo. Arriba me referí a la definición que da el diccionario académico, se trata de definiciones de la palabra, sin entrar en detalles, ni darnos el concepto que se usa en las ciencias sociales. En la economía lexicográfica, los académicos han decidido darnos tres definiciones distintas, separadas. Estas separaciones tienen su explicación ideológica y no realmente semánticas. La primera definición tal cual aparece pudiera presentarse como la parte noble de la política y al mismo tiempo la más abstracta (teórica). El diccionario dice que “política” es “Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados”. Cada uno de los sustantivos iniciales de la definición nos conducen hacia campos y actitudes diferentes, con distintas valoraciones. La palabra ‘arte’, por ejemplo, nos indica cierta pericia que se puede adquirir, pero que también se puede tratar de una predisposición, de un don. Al mismo tiempo podemos ligar el arte a la maña, a la astucia. Es precisamente esto último, lo que retienen sobre todo algunas personas de las doctrinas políticas de Maquiavelo.

La que he empleado para referirme al filósofo italiano, ‘doctrina’ implica una actividad intelectual que puede estar separada de la práctica, no es obligatorio, el mismo Maquiavelo es un ejemplo de un político activo y teórico. Doctrina implica ciencia, sabiduría, enseñanza. Al contrario “opinión” tiene la desventaja de recoger los aspectos negativos de la subjetividad.

La segunda definición se refiere a lo que en primer lugar tenemos presente en nuestra mente cuando hablamos de política: “actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”. Por supuesto que estas personas tienen su arte, su propia doctrina y opinión sobre la política y las aplican en su gestión de los asuntos del Estado. Hay que señalar que esta definición enuncia claramente el principal punto, el aspecto fundamental de la política: “regir los asuntos públicos”.

Los académicos nos ofrecen otra definición de “política”: “Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo”. El ciudadano, el común de los mortales, don Juan de los Palotes no tiene arte, ni doctrina políticas, según los académicos apenas pueden intervenir “con su opinión”. Pero además su intervención no es permanente y lo hacen cuando opinan, cuando votan. Esto limita enormemente la actividad de los ciudadanos (prefiero el plural, la metonimia se presta a muchos equívocos). No obstante la definición académica es abierta, pues a la opinión, al voto han agregado un indefinido “o de cualquier otro modo”. Esto me parece capital, pero sobre esto voy a volver más tarde, adelanto que en este “cualquier otro modo” se centra la posibilidad de la resolución, de la superación de la crisis de la política.

Una de las manifestaciones de la crisis de la política es la pérdida de confianza de los ciudadanos en la actividad de los políticos. Esta desconfianza se ha manifestado de manera creciente en el desinterés que muestran los electores en su participación en las elecciones. En la ideología de la democracia burguesa, uno de los principales pilares es justamente el sufragio, que empezó siendo limitado a los que pagaban mayores impuestos, a los que pertenecían a las clases dominantes y sus allegados. Poco a poco se fueron ampliando las capas sociales que tenía derecho a emitir sus votos, hasta llegar por último al voto femenino y volverlo universal. El voto es la justificación de la actividad de los políticos, es en el sufragio de donde la democracia representativa obtiene su legitimidad. El voto es un momento central, es el rito por el cual los ciudadanos delegan el poder a los políticos. La pérdida de confianza en este acto, además de debilitar la confianza y disminuir la legitimidad del poder político, deja cada vez más al descubierto el inmenso hiato existente entre los ciudadanos y sus representantes. Más allá del incumplimiento de las promesas proferidas durante las campañas electorales, se trata de las consecuencias en la vida real y cotidiana que tienen las decisiones económicas y políticas.

La crisis del sufragio, momento crucial de la democracia burguesa, ha venido a manifestar claramente el carácter clasista del Estado. No todos los ciudadanos tienen el mismo nivel de consciencia de este hecho, no obstante la crisis económica obliga a los políticos a tomar decisiones que entran en conflicto con el interés común. Otro pilar de la ideología de la dominación burguesa es que el Estado es el garante del interés común, que es el organismo que vela por los intereses de toda la nación. Es por esto mismo que el tema de la unidad nacional es recurrente en los momentos de crisis política. No crean que este tema es un invento de Mauricio Funes, lo han usado los presidentes anteriores del partido ARENA, lo usan los presidentes de otros países como Italia, Francia, Alemania, España, los Estados Unidos, etc. Se trata de un tema común a las clases dominantes y a sus representantes.

Al mismo tiempo este desaliento, esta pérdida de confianza, esta apatía, este sentimiento de sentirse abandonados de los políticos por parte de los ciudadanos, casi como una sorprendente paradoja, se acompaña con el surgimiento de nuevas y profundas aspiraciones participativas. La puesta en duda de la eficacidad de la delegación del poder, de la falta de control de las decisiones gubernamentales, la imposibilidad de influir en esas mismas decisiones una vez pasado el voto, ha ido creando en la ciudadanía la ambición de cambiar, de transformar los mecanismos mismos de la toma de decisiones. Es por ello que las aspiraciones participativas por lo general son matadas en el huevo mismo.

La gente se da cuenta cada vez más que los políticos no se sienten los representates del pueblo, que no consideran sus funciones como una delegación del poder popular. Los políticos mismos han interiorizado el sentimiento de sentirse los detentores genuinos del poder y apenas si recurren al sufragio como a una simple ceremonia, como a una simple formalidad.

La crisis de la política salvadoreña

En nuestro país los presidentes de ARENA se comportaron como si se les hubiera entregado el poder para usufructo personal, como su patrimonio. Las clases dominantes soportaron esta conducta, porque al mismo tiempo ellas podían seguir beneficiando de los favores del Estado y seguir comportándose como los dueños de El Salvador. El presidente actual, ya desde la campaña electoral, manifestó justamente esta actitud repetidas veces. Sus repetidas afirmaciones en que era él, Mauricio Funes, el que iba a decidir en última instancia, relegando a su propio partido, a los miembros de su gobierno, a sus consejeros a un papel más que subalterno respecto al poder que iba a recibir. Una vez en funciones, su actitud no ha cambiado de forma, ni de contenido. Se comporta como el dueño del poder.

Para los que hayan olvidado un hecho significativo, las proposiciones de las mesas consultativas organizadas por el FMLN, dijo el candidato Funes que iban a ser “insumos” para la reflexión de su equipo. A esas mesas se supone que acudía la gente del pueblo, la que iba a votar por él, es decir, la que le iba a confiar su poder, no dárselo en propiedad. ¿Pero por qué Mauricio Funes iba a conducirse de otra manera? ¿Acaso los políticos, los dirigentes del FMLN no practican también la política de la misma manera? ¿Acaso las negociaciones que llevaron a cabo con Funes, no eran muestra de esta misma ideología? El secretismo es parte de la política burguesa, otro de sus pilares.

La crisis de la política salvadoreña es palpable. Las declaraciones del Sánchez Cerén y de Medardo González en los festejos del primer aniversario de la elección presidencial, las declaraciones de diversos dirigentes en las celebraciones del aniversario del PCS, las declaraciones en México de Medardo González muestran que es necesario buscar una salida al disfuncionamiento político. Pero la crisis se manifiesta también en la restructuración de los partidos de derecha, en sus conflictos, en su indecisión, en sus dudas. La crisis se manifiesta en la actividad parlamentaria, en la tardanza en tomar decisiones para elegir a funcionarios como el Fiscal General, los miembros de otros organismos judiciales del Estado.

Pero la principal manifestación de la crisis política es precisamente en que todo esto puede conducir a manifestaciones violentas. Los ciudadanos han visto que sus aspiraciones son burladas, que nadie asume la responsabilidad de resolver sus problemas más sentidos. Pareciera que la “gestión de los asuntos públicos” no lleva a la satisfacción de sus demandas.

Esto es justamente lo que dice el diccionario académico, cuando afirma que “el ciudadano interviene en los asuntos públicos... de cualquier otro modo”, además del voto y la emisión de opiniones. Todas las pretendidas reformas del Estado han llevado a lo mismo, a callejones sin salida. La resolución de la crisis política reside en encontrar esos “otros modos” de intervención popular. ¿A quién le corresponde buscarlos? Por supuesto que a los ciudadanos.

Pero en esto hay que tener cuidado como formulamos las cosas. Si he puesto en entredicho el discurso de la “unidad nacional”, no me voy a referir a los ciudadanos como si todos tuvieran los mismos intereses. Para muchos la crisis tal cual se manifiesta les conviene. En algunos países las clases dirigentes buscan precisamente la despolitización de la población. En los Estados Unidos, que se erige en el paladín de la Democracia, la abstención es una vieja y muy enraizada tradición, los inscritos en las listas electorales son una minoría y los que acuden a las urnas son aún menos. No obstante las temporadas electorales son espectáculos circenses que entusiasman al “populacho” como los gladiadores a la plebe romana. En muchos países europeos se busca eso mismo, un bipartidismo estéril y la ausencia del pueblo en el ejercicio político. Este es el peligro. Esta apatía conduce fácilmente a la marginación social de amplias capas de la población. La dominación de la burguesía se ve facilitada por este fenómeno de desisterés en los “asuntos públicos” por parte de los más necesitados.

Es por esto que es necesario buscar esos “otros modos” de intervención popular, pero que no aparten del voto. Pero debe tratarse de un voto con mayor consciencia política, por programas elaborados no por equipos en reuniones secretas, sino que programas ampliamente deliberados por los ciudadanos, en reuniones públicas. Los candidatos a cualquier función debe saber que se trata de una delegación. Esos “otros modos” deben tener sus propias instancias, sus propias reglas, instancias y reglas instauradas por los mismos ciudadanos, de manera transparente y profundamente democráticas. Porque la crisis de la política va aparejada por ese surgimiento de aspiraciones nuevas. ¿Qué papel puede jugar en esto el partido político?

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