El ex conductor del único programa dedicado al fomento de la cultura en el país: Debate Cultural, reconocido poeta, académico y periodista cultural, Álvaro Darío Lara, habló en exclusiva con El Independiente sobre las razones por las que su programa fue censurado por la dirección de Canal 10.
A continuación la entrevista.
¿Cuál es su valoración sobre el Comunicado que hizo público Canal 10, donde niega la censura y hace señalamientos en su contra?
Muy típica de la debilidad política del Ejecutivo y de su corte de ineptos e ineficientes funcionarios. En esto ARENA demostró ser menos estomacal, más fría y experimentada en mentir. Obviamente están manipulando los hechos. Al analizar el texto, cualquier entendido o lego encuentra la vieja retórica presidencial concentrada en trastocar un problema muy serio (la censura) en una oportunidad para hacer propaganda a favor del medio estatal, personalizando el caso, mediante el pretendido descrédito hacia mi persona.
En el comunicado (que por cierto lo redactó muy mal, David Rivas, Secretario de Comunicaciones de CAPRES, para luego embutirlo a la dirección de Canal 10) quedan claros dos aspectos: en primer lugar, el ocultamiento del problema de fondo, esto es, la censura al profesor cubano Javier Salado Villacín, por razones político-ideológicas, que responden a la línea angustiante de CAPRES por demarcarse de todo aquello -que en su opinión errónea- parezca promover o favorecer a la izquierda partidaria, es decir, el FMLN; aunado a la otra censura en contra de 4 intelectuales y artistas salvadoreños, por emitir opiniones y valoraciones críticas que cuestionaban la falta de seriedad y compromiso del Ejecutivo en el tema cultural; en segundo lugar, la perversa intención de reducir el tema a una "resistencia" laboral de mi parte a los supuestos "cambios" que mejorarían el programa. Esto último no puede ser más falso, en la última reunión, y ellos lo saben, yo reiteré mi voluntad por contribuir a un mejoramiento del programa. El asunto de fondo no es ése, es la censura al ciudadano cubano, doctor Salado Villacín y a cuatro salvadoreños.
¿Cuál era en realidad, su condición laboral en Canal 10?
Durante seis años tuve un régimen de prestación de servicios profesionales. Jamás he sido empleado del Canal. Tenía un contrato, te repito, de "prestación de servicios profesionales", que me fue renovado anualmente en seis ocasiones. Se me pagaba por programa transmitido, no por programa realizado. Si el Canal transmitía otra cosa "por razones de Estado", a la hora de mi programa, sencillamente no me lo pagaban. Por cada programa se me cancelaban $57.14 dólares. Cantidad que se mantuvo invariable durante seis años. Ahora bien, con la llegada de esta administración y ante las disposiciones emanadas de CAPRES, se ordenó sustituir esta modalidad por un contrato laboral que implicara como mínimo cuatro horas de desempeño. Esta fue la oferta de las autoridades del Canal, para lo cual, entiendo, iniciaron un trámite administrativo. Al momento de mi retiro, ese trámite no estaba concluido. No había contrato ni por "prestación de servicios" (como era antiguamente) ni como empleado del Canal. Por lo tanto, yo no puedo renunciar, si no estaba contratado, por ello hablo de "retiro" no de "renuncia". En esto del contrato, lo único que tenía era la palabra de las autoridades de Canal 10 y un supuesto trámite que estaba en curso. Quiero aclararte que durante los meses de enero y febrero, fueron transmitidos nueve programas con sus correspondientes retransmisiones, los cuales me adeudan. Además realicé estos dos últimos, no transmitidos, que desde luego, no tienen ninguna remuneración en función que no fueron proyectados.
¿Cómo interpreta este comportamiento de la administración de Canal 10?
Mira, yo estoy claro, y para esto no se necesita ser ningún talento, que pensaron burlarse de mi buena fe (no de mi sentido común). La postergación de mi contrato, bajo los pretextos burocráticos (extrañamente los nuevos empleados y funcionarios "recomendados" que han llegado, gozaron de orden y agilidad en sus contratos desde el principio) y la censura impuesta al programa, fueron ardides que utilizó la dirección, subdirección y jefatura de producción del canal, para presionar mi salida, impidiendo de esta manera la apertura y criticidad del espacio.
El ejemplo que el ex presidente de APES, David Rivas, cita en su comunicado como testimonio de "apertura", esto es, la entrevista con Aleida Guevara, la hija del Che, fue una posibilidad que llegó a su feliz termino, gracias al apoyo del Centro Cultural "Nuestra América" y a un decidido acompañamiento del programa y de su equipo técnico. Nunca fue una "política" del Canal, en su sentido institucional. Y ellos lo saben. Sin embargo, han emprendido el camino de la mentira.
Por otra parte, olvida el señor Rivas, cuando entregó al Suplemento Cultural Tres Mil de Co-Latino, el premio de periodismo cultural que otorgaba la APES, en 2002, y que recibieron mis colaboradores y la jefatura de redacción de ese rotativo, siendo un servidor el Coordinador del Suplemento.
El señor Rivas ya que es Secretario de Comunicaciones, debería concentrarse mejor, además de regañar a las marionetas que tiene al frente de Canal 10, en la investigación seria de los hechos, es decir, en informarse con objetividad, antes de redactar sus calumniosos y peligrosos señalamientos, esto le sería más útil "en su alta misión" en lugar de escuchar los cantos de auténtica mala entraña de las víboras que le circulan por entre los pies.
La reputación de un servidor y la realidad de los hechos, que tanto se empeña en desacreditar y negar, el Secretario de Comunicaciones de CAPRES, está a salvo por una paz de conciencia personal y por el apoyo de decenas de televidentes, personalidades e instituciones, de gran prestigio nacional e internacional, que se han solidarizado mediante campañas y correos electrónicos. Quiero expresar mi gratitud a la actitud valiente y cuestionadora hacia el poder, que ha emprendido el sociólogo Luis González, y el poeta Otoniel Guevara, ambos invitados censurados de "Debate Cultural" y queridos amigos.
¿Entonces, pone en duda los argumentos sobre su resistencia a los cambios del programa?
Totalmente. Mira, en todos los meses que lleva esta administración, ha sido evidente su afán de cambiar rostros, escenografía y enfoques del resto de la programación, adecuándola a las directrices de CAPRES. El problema de "Debate Cultural" era su naturaleza de un espacio abierto, plural e incluyente.
Antes que de forma cosmética las autoridades del canal, hablaran de inclusión de los "marginados", ya el espacio venía haciendo camino, a pesar de las condiciones adversas generadas desde los gobiernos areneros, que curiosamente nunca censuraron ningún programa.
Finalmente, ¿qué le diría a sus ahora ex televidentes y a la comunidad artística y cultural del país?
Ya lo decía en la carta donde denuncié todos estos hechos arbitrarios, vivimos tiempos oscuros para la cultura en El Salvador. Y no sólo para la cultura, para la gobernabilidad democrática. Cada día que pasa el Ejecutivo se vuelve más antipopular, con medidas que lo evidencian como supeditado al poder, y distante, muy distante, de los pobres. Los televidentes y el público en general, deben saber que no cederé ni un centímetro en continuar siendo fiel a la cultura y a los intereses del pueblo salvadoreño.
Los que se aferran estúpidamente al poder y a la mentira, deberían cincelar en mármol la siguiente frase de Óscar Wilde: "El descontento es el primer paso en el progreso de un hombre o de una nación".
Para finalizar, desde ya responsabilizo a CAPRES por cualquier daño moral o físico que sufra mi familia o este servidor. Gracias siempre a "El Independiente", por ser un garante de la libertad de expresión y un abanderado de la democracia.