Hasta hoy, ningún partido político ha hecho un análisis serio de la actual coyuntura salvadoreña y de la crisis por la que atraviesa la derecha política y económica del país.
*por Juan José Martel
El domingo 11 de octubre del 2009, se realizó el último acto publico en el cual ARENA a pareció unida. Allí se tomaron la última foto los cuatro ex presidentes. Al siguiente día aparecieron 12 diputados propietarios representando a 11 departamentos del país que se declaraban en rebeldía, el viernes 16 de octubre, cinco diputados suplentes más se integraban a las filas de los rebeldes. Así empezó públicamente la división en ARENA.
La reacción del Presidente de ARENA Félix Cristiani fue de negarse a negociar y preparó todas las condiciones para una expulsión rápida de los disidentes. La expulsión incluía también al ex Presidente Antonio Saca que era considerado el líder tras bambalinas de la rebelión diputadil. La estrategia consistía en deshacerse rápido del “Maíz picado”, y relanzar el partido. Para ello aprovecharían las festividades del fin de año y ya en enero el partido aparecería nuevamente unido y con nuevos brillos.
A pesar que las expulsiones las resolvieron con rapidez en juicios casi sumarios, el problema continuó, pues aparecieron nuevas voces disidentes, que indicaban que el problema de ARENA no estaba resuelto. Pero esas voces fueron acalladas con rapidez.
El 9 de febrero del corriente año, Félix Cristiani presentó los nuevos integrantes de todos los organismos de dirección nacional de su partido. El COENA, la Comisión Política y el Consejo Asesor fueron reestructurados de forma que en ellos participaran los “Areneros de todos los tiempos”. Con esta acción daban la impresión que el problema de división era cosa del pasado.
Pero el miércoles 17 de marzo, aparecen otros dos diputados de ARENA abandonando públicamente sus filas e incorporándose al partido en organización, que están fundando los disidentes. Eduardo Gomar diputado propietario del departamento de Ahuachapán y su suplente, pasaron ayer a integrar la membresía de GANA.
Esto significa que la mazorca arenera continúa desgranándose. Cuando Cristiani pensaba que tenía todo bajo control surge este nuevo tropiezo. Nosotros nos preguntamos ¿Cuántos diputados más están por retirarse de ARENA? ¿Habrá también alcaldes o regidores que también se incorporarán a GANA? Lo sucedido el 17 de marzo indica que todo es posible. ARENA está lejos de resolver su problema interno como partido (que no es lo mismo que el problema de la derecha salvadoreña).
Hasta hoy, ningún partido político ha hecho un análisis serio de la actual coyuntura salvadoreña y de la crisis por la que atraviesa la derecha política y económica del país. Al menos no conocemos ninguna publicación al respecto. Todos estos síntomas nos indican que es necesario evaluar lo que está pasando.
Ahora ARENA estará más debilitada en la Asamblea Legislativa. Comenzaron esta legislatura con 32 diputados, en octubre se redujeron a 20, ahora pierden uno más quedando con 19. Si sumamos al diputado que fue expulsado del PCN (Orlando Arévalo) suman 14 los diputados de la derecha que han abandonado sus partidos de origen. Esto cambia la aritmética legislativa.
Cuando comenzó la actual legislatura, ARENA y el PCN juntos tenían la mayoría simple. Sumaban exactamente 43 votos. Luego con la expulsión de Arévalo la perdieron, pero contaban con el recurso de los cinco diputados del PDC. Luego con la salida de los diputados de ARENA, los partidos de la derecha tradicional han perdido por primera vez desde la firma de los Acuerdos de Paz la capacidad de controlar la Asamblea Legislativa. Otro síntoma que nos indica la importancia de contar con un análisis serio de la coyuntura nacional.
Los distintos medios de comunicación han restado importancia al asunto. Un periódico matutino apenas hace referencia en una columna de sus páginas interiores, en las televisoras era noticia de tercer o cuarto bloque. Me pregunto ¿Qué hubiera pasado si los dos diputados disidentes fueran del FMLN? Es seguro que los medios de comunicación le hubieran dado otro tratamiento a la noticia.