Escuché esta semana una amplia entrevista hecha a un insigne diputado, dirigente de los más duros del FMLN, de hablar pausado y con ideas no sé si claras y distintas pero sí pocas y definidas sobre la política actual. No es mi intención refutar o entrar en polémica con el máximo dirigente de los efemelenistas, mucho menos aprovechar este espacio para atacar, no es mi costumbre ni tradición.
Durante la entrevista radiofónica, que le permitía responder ampliamente sin ningún tipo de cuestionamiento, se refirió al papel de propaganda y de clase que tienen los medios de comunicación en el país.
El tema surge de manera recurrente cuando se informa, por ejemplo de los planes sobre las incongruencias o los indicios totalitarios del FMLN, ahora como partido de gobierno, o cuando se señalan ejemplos de ciertos niveles de ineficiencia en el gobierno del presidente Funes, se dice que son noticias de derecha, que forman parte de una estrategia de desprestigio de la izquierda.
Medardo González, durante la entrevista en la Radio Maya Visión, afirmó incluso que los medios de comunicación poseen un discurso alineado a la derecha, sobre todo ahora que la misma derecha política está fraccionada.
El mismo ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén, en la misma lógica de su coordinar en el FMLN, en público y en privado, ha arremetido duramente contra los medios de comunicación, a los que acusa de "desinformar" y formar parte de una campaña de desprestigio contra la labor de Educación.
De base, y esta es sumamente discutible, se entiende y concibe a los medios de comunicación como aparatos ideológicos de la burguesía; son instrumentos para esconder la realidad, y por eso son ideológicos, entendiendo este concepto como la visión deformada y deformante de la realidad…, el concepto más viejo de ideología.
Esta visión tuvo su auge en las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado, "coloca" a los medios de comunicación en la superestructura de la sociedad, en el mundo ideológico, respondiendo de manera partidaria a los intereses de la burguesía, de los dueños de producción… sin duda alguna se trata de una visión no sólo vieja sino desenfocada, que incluso la izquierda actual, mucho más moderna, como la europea, ha sido superada con creces.
Y es que los medios de comunicación, comencemos por lo teórico, lejos de la visión vetusta de los líderes formados en teorías marxistas, son instituciones complejas, insertas en la misma sociedad e incluso se han convertido en pilares esenciales, tal como lo puede ser la misma educación; desde esta perspectiva se trata de instituciones que son pero al mimo tiempo muestran la dinámica de la sociedad.
Ya en la dinámica democrática, el marco político de la sociedad, los medios de comunicación son fundamentales, no sólo porque se convierten en el espacio para la difusión de las ideas sino que propician un intenso debate sobre las diferentes formas de ver la realidad.
Valores tan fundamentales como la libertad tienen como espacio para moverse y actuar a los mismos medios de comunicación.
En este contexto, la educación, la educación en su visión de mediano y largo plazo, así como en las realizaciones cotidianas, es tema de discusión que va más allá de las ideologías políticas reinantes; la cuestión técnica, la visión de cómo integrar los procesos educativos al presente y futuro del país, requieren no sólo ser estudiados sino debatidos… y esta labor la cumplen en parte los medios de comunicación.
*por Ricardo Chacón, Editor Jefe de El Diario de Hoy
