Redacción ContraPunto
Funes destaca la trascendencia de Mons. Romero en el ámbito nacional e internacional. El proceso de canonización se ha extendido por 20 años, pero el Vaticano aún no da resolución
El presidente Mauricio Funes anunció el sábado en horas de la tarde algo muy importante para la sociedad salvadoreña, que debería haber estado en los titulares de la gran prensa tradicional salvadoreña, pero no fue el caso. El mandatario anunció que el 24 de marzo próximo pedirá perdón a nombre del Estado por el magnicidio del Arzobispo Romero.
Ni en La Prensa Gráfica ni en El Diario de Hoy tal anuncio fue reflejado en la portada y en sus páginas interiores la pequeña foto con una notita se pierde en el mar informativo, específicamente en El Diario De Hoy, donde lo que resaltan es que Funes llamó a no vengarse de los asesinos de Mons. Romero.
“Como presidente, y en nombre del gobierno que presido, he decidió renovar mi compromiso con esas mayorías necesitadas de nuestro país en un acto simbólico en homenaje a Monseñor (Romero) el próximo 24 de marzo, fecha de conmemoración de su martirio, acto en que nuevamente pediremos perdón en nombre del Estado salvadoreño, por este magnicidio y por los miles y miles de víctimas inocentes del pasado conflicto”, aseguró Funes.
Oscar Arnulfo Romero Galdámez, fue asesinado de un disparo al corazón, el 24 de marzo de 1980; era entonces el Arzobispo de San Salvador. El crimen cometido por un francotirador fue encomendado por Roberto D´Aubuisson, militar de inteligencia, fundador de los escuadrones de la muerte de extrema derecha y del partido ex gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Nunca ARENA, que estuvo en el gobierno 20 años reconoció que D´Aubuisson había mandado a asesinar a Romero, que dicho sea de paso, se convirtió en el segundo Arzobispo asesinado en el mundo por causas políticos. El primero fue el inglés Santo Tomás Becket, asesinado en 1170, cuando era Arzobispo de Canterbury.
No es la primera vez que Funes, siendo presidente, pide perdón por un acto criminal cometido por agentes del Estado salvadoreño. El 16 de enero pasado, día en que se conmemoró un aniversario más de los acuerdos de Chapultepec y con los que finalizó la guerra civil (1980-1992), Funes reconoció que el Estado había cometido crímenes de lesa humanidad y pidió perdón a las víctimas del conflicto.
“Ha querido el destino que me encuentre al frente del gobierno de El Salvador al conmemorarse el 30 aniversario del martirio de Mons. Oscar Arnulfo Romero. Para este servidor en su condición de presidente de la Republica estar presente acá significa una responsabilidad ante la imagen de quien fue, es, y será el guía espiritual de la Nación y el referente más importante de nuestro gobierno”, apuntó Funes en un acto en el que se dio un homenaje a Romero por parte de músicos locales.
Los músicos locales reunieron sus canciones en homenaje a Romero y han hecho un CD que le fue entregado a Funes por Paulino Espinosa, músico de Exceso de Equipaje, quien coordinó el proyecto que fue dirigido por la Secretaría de Inclusión Social, que encabeza Vanda Pignato, la Primera Dama de El Salvador.
“Realizamos este reconocimiento, mientras se abren tiempos nuevos en el país, tiempos de esperanza, de cambio y de reconciliación. Si recordamos y honramos la memoria de Mons. Romero no podemos ni debemos, en su nombre atacar a quienes lo atacaron en vida, a quienes segaron su vida y mucho menos podríamos clamar por venganza. Como somos discípulos de él aprendimos su lección, no queremos más odio, no queremos más enfrentamientos, no queremos más violencia entre hermanos y entre hermanas”, apuntó el mandatario.
“La palabra iluminadora y la acción ejemplificadora de Mons. Romero fue expresamente ignorada por el poder en las últimas décadas, se ha pretendido que caiga en el olvido para su pueblo, pero aquellos sectores de poder que lo negaron por años, les queremos decir que no lo han logrado, la figura de nuestro obispo mártir se ha agigantado, ha atravesado la frontera del país, y es ahora reconocido y admirado en todo el mundo”, agregó Funes.
Mons. Romero está en este momento en proceso de ser canonizado por el Vaticano. A diferencia de Tomás Becket, quien fue canonizado en tres años por el Papa Alejandro III, el caso de Romero se ha tardado muchos más años, desde el 24 de marzo de 1990, cuando el inició las gestiones el entonces Arzobispo Arturo Rivera Damas.